Navengando por internet me encontré estos dos artículos, dos opiniones diferentes sobre el mismo tema, visto cada uno desde la perspectiva de cada autor.
Esta es la opinión de la Doctora Gabriela Lardiés Ara, de Vida Emocional:
"Una de las virtudes-defecto que mayor miedo me produce es el perfeccionismo.
Es una virtud porque, evidentemente, lo es el tender a hacer las cosas perfectas y es un defecto porque no suele contar con la realidad de que lo perfecto no existe en este mundo, que los fracasos son parte de toda vida, que todo el que se mueve se equivoca alguna vez.
He conocido en mi vida muchos perfeccionistas. Son, desde luego, gente estupenda. Creen en el trabajo bien hecho, se entregan apasionadamente a hacer bien las cosas, e incluso llegan a hacer magníficamente la mayor parte de las tareas que emprenden.
Pero Viven tensos. Se vuelven cruelmente exigentes con quienes no son como ellos. Y sufren. Por eso me parece que una de las primeras cosas que deberían enseñarnos de niños es a equivocarnos.
El error, el fallo, es parte de la condición humana.
Así es como, según Maxwel Brand "todo niño debería crecer con la convicción de que no es una tragedia ni una catástrofe cometer un error". Por eso en las personas siempre me ha interesado más el saber cómo se reponen de los fallos que el número de fallos que cometen. Ya que el arte más difícil no es el de no caerse nunca, sino el de saber levantarse y seguir el camino emprendido.
Temo por eso la educación perfeccionista. No existen hombres que nunca hayan roto un plato. No ha nacido el genio que nunca fracase en algo. Lo que si existe es gente que de sus errores sólo saca amargura y pesimismo.
Y sería estupendo educar a los jóvenes en la idea de que no hay una vida sin problemas, pero lo que hay en todo hombre es capacidad para superarlos. No vale realmente la pena llorar por un plato roto, se compra otro y ya está.
Lo grave es cuando por un afán de perfección imposible, se rompe un corazón. Porque de eso... no hay repuesto en los mercados."
Desde el punto de vista de Apuntes y Gestión - Trabajo y Vida, el autor, (no menciona su nombre), considera que ser perfeccionista es... bueno:
Esta es la opinión de la Doctora Gabriela Lardiés Ara, de Vida Emocional:
"Una de las virtudes-defecto que mayor miedo me produce es el perfeccionismo.
Es una virtud porque, evidentemente, lo es el tender a hacer las cosas perfectas y es un defecto porque no suele contar con la realidad de que lo perfecto no existe en este mundo, que los fracasos son parte de toda vida, que todo el que se mueve se equivoca alguna vez.
He conocido en mi vida muchos perfeccionistas. Son, desde luego, gente estupenda. Creen en el trabajo bien hecho, se entregan apasionadamente a hacer bien las cosas, e incluso llegan a hacer magníficamente la mayor parte de las tareas que emprenden.
Pero Viven tensos. Se vuelven cruelmente exigentes con quienes no son como ellos. Y sufren. Por eso me parece que una de las primeras cosas que deberían enseñarnos de niños es a equivocarnos.
El error, el fallo, es parte de la condición humana.
Así es como, según Maxwel Brand "todo niño debería crecer con la convicción de que no es una tragedia ni una catástrofe cometer un error". Por eso en las personas siempre me ha interesado más el saber cómo se reponen de los fallos que el número de fallos que cometen. Ya que el arte más difícil no es el de no caerse nunca, sino el de saber levantarse y seguir el camino emprendido.
Temo por eso la educación perfeccionista. No existen hombres que nunca hayan roto un plato. No ha nacido el genio que nunca fracase en algo. Lo que si existe es gente que de sus errores sólo saca amargura y pesimismo.
Y sería estupendo educar a los jóvenes en la idea de que no hay una vida sin problemas, pero lo que hay en todo hombre es capacidad para superarlos. No vale realmente la pena llorar por un plato roto, se compra otro y ya está.
Lo grave es cuando por un afán de perfección imposible, se rompe un corazón. Porque de eso... no hay repuesto en los mercados."
Desde el punto de vista de Apuntes y Gestión - Trabajo y Vida, el autor, (no menciona su nombre), considera que ser perfeccionista es... bueno:
"Si, por supuesto que si!!
Siempre se ha de favorecer el trabajo bien hecho y el perfeccionismo siempre nos conduce a mejorar lo que hacemos. Por esto el perfeccionismo no es que sea bueno, es muy bueno!!
Ahora bien, siempre el perfeccionismo es muy bueno?
Aquí es donde entra la controversia!!, el perfeccionismo no siempre es bueno ya que, en ocasiones, el perfeccionismo nos aparta la visión y esfuerzos de nuestros objetivos.
Por ejemplo, imagínate que estas trabajando en un proyecto nuevo, imagínate que el producto, aunque no tiene todo su packaging perfecto, está listo. ¿Cuál es tu reacción? ¿Lanzas el producto al mercado? o te paras a discutir, probar y comprobar que la tipografía, el tamaño, el color…y un largo etc., está a tu gusto…?
Poniéndonos en situación, si sabes que te queda poco tiempo, si sabes que tu competencia ya está trabajando en la misma necesidad, si entiendes que ser el primero es mejor que ser el mejor…y muchos elementos más que tu propia intuición te dirá... ¿ Por qué retrasas la salida del producto?"
En mi opinión, no podemos confundir, ser perfeccionistas, con hacer bien un trabajo, como tampoco convertirnos en permisivos... teniendo siempre como excusa "que todos nos podemos equivocar", acercarnos al equilibrio sería lo ideal.
Me gustaría conocer también vuestra opinión.
Me gustaría conocer también vuestra opinión.
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