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martes

¿Quien eres realmente?




Tómate el tiempo necesario para saberlo:

¿Quien eres realmente... ?

¿En qué crees?...

¿Qué defiendes?... ¿tienes claro aquello que valoras?...




El núcleo de tu personalidad son tus valores, por lo tanto es necesario usarlos como una brújula que te guié constantemente por el camino correcto. Cuando vives de acuerdo a tus valores, tus creencias y eres congruente con ello, tu vida funciona mejor y en completa armonía, de no ser así, lo que estas viviendo es una vida que no te llena, una vida vacía y miserable.

La mayoría de nuestros problemas son porque realmente no somos congruentes con nosotros mismos, pensamos una cosa, decimos otra y hacemos otra bien diferente.

Cuando estamos alineados con lo que pensamos, creemos, decimos y hacemos, es cuando realmente somos genuinos, y sólo así encontramos paz interior, esta es una de las reglas más importantes: la congruencia con uno mismo y con la vida que llevamos.


Lo siguiente es la Asertividad... si estas bien en una área pero mal en otra, entonces la asertividad y la congruencia no se están cumpliendo, recordemos que la asertividad es el medio para lograr la felicidad, para avanzar... y debe darse en todas las áreas de nuestra vida.

De qué sirve un buen trabajo, bien remunerado, si lo que haces no es de tu agrado?

De qué sirve tener una pareja, un amigo, una persona a tu lado, si no eres feliz con ella?

Y... podría enumerar miles de cosas que hacemos, pero con las cuales no estamos de acuerdo, no nos sentimos bien, y lo que es peor... no nos atrevemos a reconocerlo ni mucho menos a decirlo, y por supuesto no nos atrevemos a cambiarlo.
La asertividad y la congruencia no se están cumpliendo, te sientes desdichad@, aburrid@, vací@... estas incongruencias son el comienzo del desastre de tu vida personal.

La vida tiene sentido, depende de cada uno de nosotros identificar aquello que no va y modificarlo, con tus padres, con tus hijos, con tu familia, con tu pareja, con tu trabajo, con tus diversiones.. con el mundo en general, porque cuando tenemos un objetivo claro y bien enfocado, todas las partes involucradas participan para lograrlo.

La incongruencia es la lucha interna que nunca termina porque las diferentes partes están en constante conflicto, detente a tiempo, analiza la situación y toma acción, busca ser congruente con tus principios, tus pensamientos y tus acciones, de esta forma te sentirás bien y lograrás mejores resultados en cualquier cosa que hagas.

Esta historia que transcribo la encontré navegando por Internet, desconozco su autor, nos describe a manera de ejemplo la importancia de ser congruentes entre lo que somos y lo que hacemos:



"El semáforo se puso amarillo justo cuando él iba a cruzar en su automóvil y, como era de esperar, hizo lo correcto: se detuvo en la línea de paso para los peatones, a pesar de que podría haber rebasado la luz roja, acelerando a través de la intersección.
La mujer que estaba en el automóvil detrás de él estaba furiosa. Le tocó la bocina por un largo rato e hizo comentarios negativos en alta voz, ya que por culpa suya no pudo avanzar a través de la intersección… y para colmo, se le cayó el celular y se le regó el maquillaje.

En medio de su pataleta, oyó que alguien le tocaba el cristal del lado, allí, parado junto a ella, estaba un policía mirándola muy seriamente.

El oficial le ordenó salir de su coche con las manos arriba, y la llevó a la comisaría donde la revisaron de arriba abajo, le tomaron fotos, las huellas dactilares y la pusieron en una celda.

Después de un par de horas, un policía se acercó a la celda y abrió la puerta. La señora fue escoltada hasta el mostrador, donde el agente que la detuvo estaba esperando con sus efectos personales:

“Señora, lamento mucho este error”, le explicó el policía.

“Le mandé a bajar mientras usted se encontraba tocando bocina fuertemente, queriendo pasarle por encima al automóvil del frente, maldiciendo, gritando improperios y diciendo palabras soeces. Mientras la observaba, me percaté que de su retrovisor cuelga un Rosario, su carro tiene en su bumper un sticker que dice:‘¿Qué haría Jesús en mi lugar?’, su tablilla tiene un borde que dice ‘Yo Escojo la Vida’, otro sticker que dice ‘Sígueme el domingo a la Iglesia’ y, finalmente, el emblema cristiano del pez..."


 Como es de esperarse, supuse que el auto era robado... 

Esta simpática historia muestra la importancia de ser coherentes entre lo que decimos que somos y creemos y lo que hacemos.




domingo

La magia de pensar en grande


Estas son algunas estrategias de Napoleón Hill divulgadas en su libro La magia de pensar en grande. "El empleo apropiado de estas técnicas, decía Hill, te ayudará a mejorar la calidad de tus relaciones y, por lo tanto, la calidad de tu vida."

1. Mantente fresco cuando otros estén furiosos y pierdan la cabeza. Tú tienes el control sobre tus emociones, no lo pierdas. No se trata de no demostrar tu molestia, sino de hacerlo mesuradamente, sin después arrepentirte de una acción cometida en un momento de descontrol.

2. Recuerda que cada discusión tiene al menos tres puntos de vista: el tuyo, el del otro y los de terceros, los cuales, probablemente, están más cerca de la objetividad. Siendo más versátil y viendo las cosas desde la perspectiva de los demás enriquecerás tu propio punto de vista.

3. Espera a calmarte antes de hablar. Ten en cuenta que la relación es más importante que la discusión. Dale más relevancia a las personas que a las opiniones.

4. Trata a toda persona con la cual tengas contacto como si fuera un pariente rico, de quien esperas ser incluido en su testamento. Nunca te arrepientas de tratar muy bien a la gente. Es el mejor negocio en todos los sentidos.

5. Busca el lado positivo y agradable, aun de las situaciones más complicadas y dolorosas. Es una disciplina que te ayudará a pasar más fácilmente los momentos difíciles, y a convertir los problemas en oportunidades.

6. Establece el hábito de hacer preguntas y, sobre todo, de escuchar las respuestas. Pregunta antes de reaccionar. Algunas veces disparamos y después preguntamos. También preguntamos, pero escuchamos para contestar, y no para tratar de entender.

7. No hagas o digas nada que pueda herir o hacerle daño a otra persona. Aférrate al proverbio que dice que todo lo que uno haga, se devolverá. La gente no recuerda tanto lo que tú dices o haces, sino la intención con la que lo haces.

8. Sé consciente de la diferencia entre análisis amigable y crítica destructiva. Observa si el propósito de tus palabras es ayudar, desahogarte o hacer daño.

9. Ten presente que si toleras a los demás, ellos también serán pacientes contigo en los aspectos no muy gratos de tu personalidad.

10. El verdadero líder sabe reconocer sus errores y aceptar responsabilidad. No olvides que un conflicto bien manejado fortalece la relación, y te ayuda a aprender de las diferencias.

sábado

El Chino y el Arroz... Cuento de Sabiduría Oriental



Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de su esposa, cuando vio a un hombre chino poniendo un plato con arroz en la tumba vecina. El hombre se dirigió al chino y le preguntó:
-"Disculpe señor, ¿de verdad cree usted que el difunto vendrá a comer el arroz?..."Sí", responde el Chino, "cuando el suyo venga a oler sus flores..."

Respetar las opiniones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener, recordemos que  todas las personas son diferentes, por lo tanto actúan y piensan diferente.

Prueba de Creatividad


Este es un dilema ético-moral que una vez se utilizó en una entrevista de trabajo...

Estás conduciendo tu coche en una noche de tormenta. Pasas junto a una parada de autobús en la que se encuentran tres personas esperando:
1. Una anciana que parece a punto de morir.
2. Un viejo amigo que te salvó la vida una vez.
3. El hombre o la mujer de tus sueños.

¿A quién llevarías en tu coche, habida cuenta de que sólo tienes sitio para un pasajero?
Podrías llevar a la anciana, porque va a morir y, por lo tanto, deberías salvarla primero; o podrías llevar al amigo, ya que te salvó la vida una vez y estas en deuda con él... o tal vez nunca vuelvas a encontrar al hombre o mujer de tus sueños.

¿ Ya lo pensaste ?

El aspirante que fue contratado  (entre más de 200 candidatos) no dudó al dar su respuesta...

¿Cuál sería la tuya?...  Haz la prueba y escribe tu respuesta antes de leer la respuesta del candidato contratado, prueba tu creatividad.





Ésta es la respuesta del candidato contratado...

Simplemente contestó: "Le daría las llaves del coche a mi amigo, y le pediría que llevara a la anciana al hospital, mientras yo me quedaba esperando el autobús con la mujer de mis sueños."

Reflexión…  Si somos capaces de ver más allá de las preguntas y de sus aparentes limitadas respuestas, encontraremos una solución más creativa para todo.



"La creatividad es una habilidad, una actitud y un proceso". Truman Capote.





Fuente Autor: Frases para cambiar vidas de Ignacio Novo.

Ten cuidado con tus deseos...

Para que cuando los obtengas sean realmente convenientes y positivos... bien dicen que todo sucede por alguna razón... (Corto de la película Interestatal 60)...

miércoles

¿ Tienes carácter ?


En el lenguaje popular, y creo que todos sabemos que no siempre es preciso, se señala que una persona que "tiene carácter" es porque generalmente tiene "mal carácter", sin matizar que una cosa es disponer de una personalidad definida y un sólido temperamento y otra cosa es ser un maleducado.

El mal genio... el ser agrio... la desconsideración y la pérdida de control en situaciones de presión, son síntomas de una naturaleza desequilibrada  y mal educada cuyo efecto sobre los demás suele ser la generación de una tensa y permanente angustia alrededor. Hay algunas personas que creen que los demás le tienen respeto, cuando en realidad lo que están generando es todo lo contrario.


Tener carácter es ser consecuente con nuestras ideas, principios y valores y estar dispuestos a defenderlas con pasión, pero... con respeto, teniendo claro que nunca hay razones absolutas y, si acaso, sólo argumentos propios discutibles. Las ideas no se imponen, y menos con agresividad y violencia verbal; las ideas se exponen.

Poseer carácter es ser capaz de responder a los enigmas, misterios y problemas que la vida trae consigo a cada paso, recurriendo a lo que ya hemos aprendido y estando dispuestos a aprender lo que aún nos falta. Es también controlar los impulsos, dominarse a sí mismo y no ceder a la corriente imperante cuando nuestras convicciones son firmes.
Tener carácter es no temer equivocarse, porque el error forma parte del aprendizaje y, por supuesto, no escudarse en los demás para tomar una decisión que debe ser propia. O sea: adoptar individualmente las decisiones que atañen a nuestra vida y ser responsables del resultado de las mismas sea este el que sea.

Y en definitiva... tener carácter es no desmoronarnos en las situaciones más adversas, porque manteniéndonos firmes y confiados se sale de ellas...  algo imposible si nos entregamos a la desesperación.


Transcribo esta descripción que encontré en Internet, autor anónimo... define muy bien lo que es: 

Tener carácter...

Están los que usan siempre la misma ropa,
están los que llevan amuletos,
los que hacen promesas,
los que imploran mirando al cielo,
los que creen en supersticiones...

... y están los que siguen corriendo cuando tiemblan las piernas,
los que siguen jugando cuando se acaba el aire,
los que siguen luchando cuando todo parece perdido,
como si cada vez fuese la ultima vez,
convencidos de que la vida misma es un desafío.

Sienten dolor, pero no se quejan,
porque saben que el dolor pasa,
el sudor se seca, el cansancio termina.
Pero hay algo que nunca desaparecerá:
la satisfacción de haberlo intentado
y entrado en acción para lograrlo.

En los cuerpos de unos y otros hay la misma cantidad de músculos,
en sus venas corre la misma sangre.
Lo que los hace diferentes es su espíritu.
La determinación por alcanzar la cima,
una cima a la que no se llega superando a los demás,
sino superándose cada día a si mismo.









lunes

Un elogio sincero se agradece y... "endereza espinas dorsales"

Cuántas veces nos olvidamos de elogiar a "esa" persona... damos por hecho que lo que hace es normal o que es su deber, casi siempre tenemos la tendencia a criticar lo negativo que a resaltar lo positivo de los demás y suele suceder a menudo especialmente con nuestros hijos, con la pareja y también en nuestro trabajo.
Los elogios sinceros animan a enfrentarse nuevamente y con mayor energía a los desafíos que tenemos por delante. Un elogio es un estímulo para mejorar nuestra autoestima, pero... ni debemos adular permanentemente porque haríamos de esa persona un ser soberbio, como tampoco debemos elogiar sin razón pues perderíamos la confianza de esa persona al considerar que no somos sinceros.

Hay dos tipos de elogio: el elogio por ser y el elogio por hacer, los dos son importantes pero debemos evitar usarlos al mismo tiempo.

El elogio por Ser se ofrece simplemente por el hecho de ser una persona que siempre vale no importa lo que pase, es otra forma de respetar a todo ser humano.

El elogio por Hacer se le da a una persona por algo bueno que ha hecho, por su comportamiento y por su esfuerzo.

A continuación reproduzco el artículo "El elogio endereza espinas dorsales" del autor Doménico Cieri Estrada y publicado en el blog "Frases para cambiar vidas" del periodista, escritor , locutor y  comunicador, Ignacio Novo de Madrid España.


Es curioso, por no decir descorazonador, que el ser humano sea más proclive a centrarse en los aspectos negativos de cualquier situación, que en la parte positiva de la misma. Que la crítica y  la amonestación sean los argumentos inmediatos, mientras la alabanza y el reconocimiento se dilaten o se omitan. El hecho de decirle a alguien lo mal que ha actuado y pasar por alto y obviar cuando esa misma persona lo hace bien, es algo pernicioso e injusto. No se pueden subrayar solo los errores y olvidar siempre los valores.
Hay que elogiar las cosas que funcionan, lo que nos agrada y a la persona que lo hace, porque un elogio puede ser toda una inyección de confianza y motivación. Mediante el elogio se ofrece al otro una imagen más positiva de sí mismo, que quizá no era capaz de percibir.
La mejor manera de alcanzar objetivos es elogiar, incentivar y resaltar todo lo que se hace bien. Y premiar claro, y no exclusivamente con algo material; a veces es mucho más importante una caricia, una palmada o un: ¡Bien hecho!
Y saber que los errores son parte del proceso, y no una consecuencia. Es decir, valorar la capacidad de aprender de los errores, ya que acostumbramos a enseñar justo lo contrario. Si un niño comete errores, es que no es muy listo. El listo no comete errores, y además le elogiamos precisamente por ello, por ser listo.
Pocas personas son las que elogian a los demás por su esfuerzo, y no por su capacidad innata. El miedo al fracaso también inhibe el aprendizaje. Elogia siempre el error de quien lo intenta.

Reflexión final: "El que se guarda un elogio, se queda con algo ajeno." (Pablo Picasso)

Frases para cambiar vidas: 577.- "El elogio endereza espinas dorsales"

jueves

Este es un Nuevo Día... para ser feliz

Bella inspiración del poeta y canta autor Argentino Facundo Cabral. Cuando parezca como si no puedas más y veas como si el camino llegó a su final, cuando nadie crea en ti, cuando te cierren las puertas, por favor no te detengas, continúa! porque este es un Nuevo Día para ser feliz, para cantar, para creer que puedes volver a ser feliz... ¡Todos tenemos cada Nuevo Día una oportunidad... sólo hay que intentarlo!

miércoles

La vida y los negocios son como las estaciones del año


Jim Rohn, hablaba sabiamente cuando comparaba las estaciones del año con las estaciones de la vida,  cada ser humano atraviesa etapas que fácilmente pueden ser comparadas con la llegada de la primavera, el verano, el otoño o el invierno.  

Este cuento nos ilustra esta analogía... 


Había un hombre que tenia cuatro hijos. El buscaba que ellos aprendieran a no juzgar las cosas tan rápidamente sin valorarlas en su conjunto y entonces decidió enviar a cada uno por turnos a ver un árbol de peras que estaba a una gran distancia. Todos sabían que visitarían el mismo árbol pero desconocían que lo harían en diferentes fechas del año.

El primer hijo fue en el invierno, el segundo en primavera, el tercero en verano y el hijo más joven en el otoño.

Cuando todos ellos habían ido y regresado, el los llamó y estando juntos les pidió que describieran lo que habían visto para que todos escucharan.

El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido.

El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas.

El tercer hijo no estuvo de acuerdo, el dijo que estaba cargado de flores, que tenia aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa mas llena de gracia que jamás había visto.

El ultimo de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, el dijo que estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.

Entonces el hombre les explico a sus hijos que todos tenían razón, por que ellos solo habían visto una de las estaciones de la vida del árbol.

Con frecuencia nos sucede, juzgamos las situaciones que estamos atravesando, buenas o malas, sólo por la estación en la cual nos encontramos en ese momento, cuando en realidad la vida es como las estaciones del año.

No hay que darnos por vencidos en invierno, la promesa y la belleza de la primavera está por llegar, luego seguirá un maravilloso verano,  la satisfacción del otoño, y así sucesivamente.

Perseveremos a través de las dificultades y los malos momentos... pues sin duda vienen por delante mejores tiempos.



domingo

TRIUNFAR... todos lo anhelamos


... Llegar a la cima... conseguir nuestros objetivos  

 Lo podemos lograr, cuando...


Cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar.

Cuando confíes en ti mismo aunque todos duden de ti, y dejes de preocuparte por el que dirán…

Cuando tus acciones sean tan concisas en duración como largas en resultados.

Cuando puedas renunciar a la rutina sin que ello altere el metabolismo de tu vida.

Cuando sepas distinguir la sonrisa de la burla, y prefieras la eterna lucha que la  compra de la falsa victoria.

Cuando el ser espontáneo te libre del método.

Cuando actúes por convicción y no por adulación.

Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y ser rico sin perder tu humildad.

Cuando sepas perdonar, tan fácilmente como ahora te disculpas.

Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es un

hombre y junto al rico sin pensar que es un dios.

Cuando sepas enfrentarte a tus errores tan fácil y

positivamente como a tus aciertos.

Cuando halles satisfacción compartiendo tu riqueza.

Cuando sepas manejar tu libertad para pensar, hablar, leer, escribir y hasta escuchar sin caer en los excesos.

Cuando sepas obsequiar tu silencio a quien no te pide palabras, y tu ausencia a quien no te aprecia.

Cuando ya no debas sufrir para conocer la felicidad y no seas ya capaz de  cambiar tus sentimientos o tus metas, por el placer.

Cuando no trates de hallar las respuestas en las cosas que te rodean, sino en tu propia persona.

Cuando aceptes los errores, cuando no pierdas la calma.

Cuando leas mensajes sobre enseñanzas de vida,

Que provienen de personas que no lo practican,

Tu mejor comentario, es el silencio.

Entonces y solo entonces, serás ¡Un Triunfador!



Fuente: Desconozco su autor - Tomado de Internet 

miércoles

Historia del Cuarto Rey Mago... A R T A B Á N


¡Una bella historia!... adultos y niños no olvidéis pedir un deseo cuando vean la Estrella... Magia, Cuento o Leyenda... daros la oportunidad de entender el Mensaje de la Buena Nueva de Jesús. 



... Dice la leyenda que...

Los Reyes Magos que llegaron desde Oriente para ofrecer presentes al Mesías siguiendo a la estrella de Belén no fueron tres, sino cuatro, aunque el cuarto, el astrónomo Artabán, no llegó a ver al Niño  Jesús porque se “entretuvo” en el camino, según un relato navideño escrito hace más de un siglo.

Cuenta una leyenda rusa que fueron cuatro los Reyes Magos... 

Luego de haber visto la estrella en el oriente, partieron juntos llevando cada uno sus regalos de oro, incienso y mirra. El cuarto llevaba vino y aceite en gran cantidad, cargado todo en los lomos de sus burros.

Luego de varios días de camino se internaron en el desierto. Una noche los agarró una tormenta. Todos se bajaron de sus cabalgaduras, y tapándose con sus grandes mantos de colores, trataron de soportar el temporal refugiados detrás de los camellos arrodillados sobre la arena. El cuarto Rey, que no tenía camellos, sino sólo burros buscó amparo junto a la choza de un pastor metiendo sus animalitos en el corral de pirca. Por la mañana aclaró el tiempo y todos se prepararon para recomenzar la marcha. Pero la tormenta había desparramado todas las ovejitas del pobre pastor, junto a cuya choza se había refugiado el cuarto Rey. Y se trataba de un pobre pastor que no tenía ni cabalgadura, ni fuerzas para reunir su majada dispersa.

Nuestro cuarto Rey se encontró frente a un dilema. Si ayudaba al buen hombre a recoger sus ovejas, se retrasaría de la caravana y no podría ya seguir con sus Camaradas. El no conocía el camino, y la estrella no daba tiempo que perder. Pero por otro lado su buen corazón le decía que no podía dejar así a aquel anciano pastor. ¿Con qué cara se presentaría ante el Rey Mesías si no ayudaba a uno de sus hermanos?
Finalmente se decidió por quedarse y gastó casi una semana en volver a reunir todo el rebaño disperso. Cuando finalmente lo logró se dio cuenta de que sus compañeros ya estaban lejos, y que además había tenido que consumir parte de su aceite y de su vino compartiéndolo con el viejo. Pero no se puso triste. Se despidió y poniéndose nuevamente en camino aceleró el tranco de sus burritos para acortar la distancia. Luego de mucho vagar sin rumbo, llegó finalmente a un lugar donde vivía una madre con muchos chicos pequeños y que tenía a su esposo muy enfermo. Era el tiempo de la cosecha. Había que levantar la cebada lo antes posible, porque de lo contrario los pájaros o el viento terminarían por llevarse todos los granos ya bien maduros.

Otra vez se encontró frente a una decisión. Si se quedaba a ayudar a aquellos pobres campesinos, sería tanto el tiempo perdido que ya tenía que hacerse a la idea de no encontrarse más con su caravana. Pero tampoco podía dejar en esa situación a aquella pobre madre con tantos chicos que necesitaba de aquella cosecha para tener pan el resto del año. No tenía corazón para presentarse ante el Rey Mesías si no hacía lo posible por ayudar a sus hermanos. De esta manera se le fueron varias semanas hasta que logró poner todo el grano a salvo. Y otra vez tuvo que abrir sus alforjas para compartir su vino y su aceite.

Mientras tanto la estrella ya se le había perdido. Le quedaba sólo el recuerdo de la dirección, y las huellas medio borrosas de sus compañeros. Siguiéndolas rehizo la marcha, y tuvo que detenerse muchas otras veces para auxiliar a nuevos hermanos necesitados. Así se le fueron casi dos años hasta que finalmente llegó a Belén. Pero el recibimiento que encontró fue muy diferente del que esperaba. Un enorme llanto se elevaba del pueblito. Las madres salían a la calle llorando, con sus pequeños entre los brazos. Acababan de ser asesinados por orden de otro rey. El pobre hombre no entendía nada. Cuando preguntaba por el Rey Mesías, todos lo miraban con angustia y le pedían que se callara. Finalmente alguien le dijo que aquella misma noche lo habían visto huir hacia Egipto.

Quiso emprender inmediatamente su seguimiento, pero no pudo. Aquel pueblito de Belén era una desolación. Había que consolar a todas aquellas madres. Había que enterrar a sus pequeños, curar a sus heridos, vestir a los desnudos. Y se detuvo allí por mucho tiempo gastando su aceite y su vino. Hasta tuvo que regalar alguno de sus burritos, porque la carga ya era mucho menor, y porque aquellas pobres gentes los necesitaban más que él. Cuando finalmente se puso en camino hacia Egipto, había pasado mucho tiempo y había gastado mucho de su tesoro. Pero se dijo que seguramente el Rey Mesías sería comprensivo con él, porque lo había hecho por sus hermanos.
En el camino hacia el país de las pirámides tuvo que detener muchas otras veces su marcha. Siempre se encontraba con un necesitado de su tiempo, de su vino o de su aceite. Había que dar una mano, o socorrer una necesidad. Aunque tenía temor de volver a llegar tarde, no podía con su buen corazón. Se consolaba diciéndose que con seguridad el Rey Mesías sería comprensivo con él, ya que su demora se debía al haberse detenido para auxiliar a sus hermanos.

Cuando llegó a Egipto se encontró nuevamente con que Jesús ya no estaba allí. Había regresado a Nazaret, porque en sueños José había recibido la noticia de que estaba muerto quien buscaba matarlo al Niño. Este nuevo desencuentro le causó mucha pena a nuestro Rey Mago, pero no lo desanimó. Se había puesto en camino para encontrarse con el Mesías, y estaba dispuesto a continuar con su búsqueda a pesar de sus fracasos. Ya le quedaban menos burros, y menos tesoros. Y éstos los fue gastando en el largo camino que tuvo que recorrer, porque siempre las necesidades de los demás lo retenían por largo tiempo en su marcha. Así pasaron otros treinta años, siguiendo siempre las huellas del que nunca había visto pero que le había hecho gastar su vida en buscarlo.
Finalmente se enteró de que había subido a Jerusalén y que allí tendría que morir. Esta vez estaba decidido a encontrarlo fuera como fuese. Por eso, ensilló el último burro que le quedaba, llevándose la última carguita de vino y aceite, con las dos monedas de plata que era cuanto aún tenía de todos sus tesoros iniciales. Partió de Jericó subiendo también él hacia Jerusalén. Para estar seguro del camino, se lo había preguntado a un sacerdote y a un levita que, más rápidos que él, se le adelantaron en su viaje. Se le hizo de noche. Y en medio de la noche, sintió unos quejidos a la vera del camino. Pensó en seguir también él de largo como lo habían hecho los otros dos. Pero su buen corazón no se lo dejó. Detuvo su burro, se bajó y descubrió que se trataba de  un hombre herido y golpeado. Sin pensarlo dos veces sacó el último resto de vino para limpiar las heridas. Con el aceite que le quedaba untó las lastimaduras y las vendó con su propia ropa hecha jirones. Lo cargó en su animalito y, desviando su rumbo, lo llevó hasta una posada. Allí gastó la noche en cuidarlo. A la mañana, sacó las dos últimas monedas y se las dio al dueño delalberguediciéndoleque pagara los gastos del hombre herido. Allí le dejaba también su burrito por lo que fuera necesario. Lo que se gastara de más él lo pagaría al regresar.

Y siguió a pie, solo, viejo y cansado. Cuando llegó a Jerusalén ya casi no le quedaban más fuerzas. Era el mediodía de un viernes antes de la Gran Fiesta de Pascua. La gente estaba excitada. Todos hablaban de lo que acababa de suceder. Algunos regresaban del Gólgota y comentaban que allá estaba agonizando colgado de una cruz. Nuestro Rey Mago gastando sus últimas fuerzas se dirigió hacia allá casi arrastrándose, como si el también llevara sobre sus hombros una pesada cruz hecha de años de cansancio y de caminos.
Artabán, ya enfermo y moribundo, llegó a los pies de la cruz comprendiendo que su esfuerzo había sido en vano, pero en su desesperación se sintió arropado por una cálida voz que le susurró al oído.
 “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste.”

Artabán, desconcertado, intentó recordar cuándo hizo todas esas cosas, y miró sus manos vacías, sin ofrendas... Parecía absurdo que después de tantos años intentando hallar a Jesús, ahora se encontraran para morir juntos. Artabán, desde el suelo, le miraba en la cruz y éste, con una voz que parecía un bálsamo para su alma le dijo:


 “Creíste que todos tus esfuerzos y sacrificios fueron un obstáculo para llegar a mí, sin darte cuenta de que todo lo que hiciste, que a todos aquellos a quienes ayudaste…, me estabas ayudando a mí, por ello te digo:

 Esta noche estarás conmigo, en el Paraíso... y en aquel momento Artabán, el Cuarto Rey Mago, se fundió con la estrella que había guiado a los Tres Magos de Oriente, aquella con la que comenzó esta historia..."

 

Fuente: Internet. Autor desconocido.

lunes

Cuando atravesamos nuestras sombras y aceptamos nuestra oscuridad...

...  es cuando realmente nuestra luz brilla más.
Hay sabiduría en cada herida... hay un futuro mejor esperándonos... saldremos de la pequeñez de nuestros pensamientos más oscuros hacia el brillo de nuestro mayor sueño.

Esta película que hoy comparto... "El efecto de la sombra" - Debbie Ford, nos muestra la importancia de aceptar nuestro lado oscuro, de perdonar y perdonarnos, sólo así aprendemos a integrar en nuestra vida
todo lo que realmente somos. Si damos este paso seremos libres de pensamientos y creencias limitantes que tanto nos han afectado y que muy probablemente no sabíamos o queríamos reconocer conscientemente. Su duración es de una hora, prepárate, saca este tiempo para ti, realmente es una jornada extraordinaria que te permitirá lograr libertad emocional. El proceso de conciliarnos con nuestra sombra implica recibir la sabiduría escondida dentro de cada aspecto de nosotros, especialmente aquellos que nos avergüenzan.


domingo

¿Cómo comenzar el Nuevo Año 2012?




Un buen criterio para empezar este nuevo año es haciendo una profunda reflexión... un alto en la vida para mirar nuestra situación actual, tomar nota, definir prioridades e inmediatamente ir en busca de lo que realmente sea importante y necesario para comenzar de nuevo... para continuar  viviendo.

Sabemos que liderar nuestra vida requiere de ciertas habilidades, unas se encuentran innatas en cada uno de nosotros y otras las podemos aprender a desarrollar, manejando adecuadamente nuestra autoestima con actitud orientada al futuro, con optimismo, con confianza, con responsabilidad, y aunque no lo parezca con buen sentido del humor. 



Hay un secreto para vivir...


La Resiliencia es una respuesta... un ajuste saludable que todos podemos aprender para empezar este nuevo año y continuar nuestra vida abiertos a los cambios que se nos irán presentando.

Los dejo con este Poema de Mario Benedetti, vinculado a la Resiliencia.  

NO TE RINDAS...

No te rindas, aún estás a tiempo… de alcanzar y comenzar de nuevo.

Aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo, correr los escombros y…  destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento.

Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo.
Porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto!
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas, quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo!

Celebrar la vida y retomar los cielos. No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo nuevo,
porque esta es la hora y el mejor momento.

Porque no estás solo, porque yo te quiero.

Mario Benedetti