Sin embargo, inclusive cuando vamos bien encaminados, hace falta ver de vez en cuando el espejo retrovisor para asegurarnos y no encontrarnos con sorpresas desagradables que se nos puedan presentar en cualquier momento.
Me gustaría relacionar la vida en esta ocasión con el motor de un coche... ¿Hace cuanto tiempo cambiaste el aceite de tu motor?
Se recomienda cambiar el aceite del motor del auto periódicamente... de esta forma extendemos su vida útil, de la misma manera podemos hacerlo con nosotros, los hábitos y las rutinas son el aceite de nuestro propio motor de vida, cuando cambiamos algunos hábitos y algunas rutinas que ya están desgastadas, extendemos la vida de nuestro motor produciendo resultados sorprendentes.
Podemos empezar por analizar lo que estamos haciendo cada día, por ejemplo: ¿Estamos cuidando nuestro cuerpo para mantenerlo en óptimas condiciones? ¿Cuántas veces al año acudimos a nuestro médico de cabecera de forma preventiva para un chequeo general? Lamentablemente, lo que suele impulsarnos es alguna circunstancia de la vida que nos obliga a adoptar un nuevo hábito o costumbre, casi nunca lo hacemos como mantenimiento preventivo, si cambiamos el aceite del motor a nuestro auto cada cierto kilometraje, de la misma forma debemos hacer con el motor de nuestra vida.
Los hábitos pueden darnos poder o pueden destruirnos, si modificamos ciertos hábitos que nos pueden estar causando molestias... de salud, en el cuerpo, en nuestra mente, en nuestro espíritu, podemos determinar la dirección de nuestro destino y asegurarnos que nuestro motor de la vida está funcionando como debe ser.
Cambios dramáticos en nuestras vidas no son una fórmula secreta que mágicamente resuelve todos nuestros desafíos, son las pequeñas cosas hechas constantemente lo que hace la diferencia con el tiempo.
Nuestros hábitos y rutinas cotidianas son las que crean nuestras realidades, nuestros cuerpos son máquinas muy bien afinadas, algunas veces abusamos de ellas y otras, por negligencia no les prestamos el debido cuidado, tomemos acción, cambiemos nuestro aceite y aseguremos que nuestro motor de la vida ande suave para los días, meses y años que aún nos quedan por vivir.
Si cuidas tu coche, su motor y le haces mantenimiento regularmente, ¿no crees que al motor de tu vida lo deberías cuidar, mantener y mimar de forma constante? Revisa tus hábitos, tus rutinas, y si hay necesidad de cambiar algo, es el momento, no dejes para mañana, lo que puedes hacer hoy.
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