Solemos llamar emociones "negativas" al miedo, la tristeza... la soledad, la culpa, la envidia, etc., y en realidad no lo son, viéndolas desde otra perspectiva.
Son valiosísimas señales que nos remiten a problemas que estamos experimentando en ese momento, por ejemplo, el miedo es la sensación de angustia que nos informa que hay una desproporción entre la amenaza que enfrentamos y los recursos que tenemos para encararla, desde ese otro punto de vista, el miedo será la señal que nos avisa que algo está sucediendo, en ese sentido podemos comparar al miedo con la luz roja del tablero del auto que se enciende e indica que hay poco aceite, o gasolina... o falta algún lubricante, etc., y esa luz roja... esa señal nos remite a resolver ese problema, entonces lo que necesitamos es aprender a tratar al miedo, la culpa... la soledad, etc., con la misma eficacia con que tratamos la luz del tablero, y eso es posible.
Así como en nuestro cuerpo físico cada órgano cumple una función específica y necesaria, en el plano emocional, cada emoción cumple también una función importante.
Existen emociones que nos informan acerca de lo que tenemos, alegría... gratitud... confianza, solidaridad, etc., otras nos informan acerca de algo que nos falta, y sentimos tristeza, culpa, envidia, miedo, etc., de esta forma podemos resolver favorablemente los problemas y no permitimos que lleguen a convertirse en algo que nos paralice y nos haga sufrir.
Recordemos que no solo sentimos miedo o culpa... sino que generalmente, a continuación reaccionamos ante ese miedo o esa culpa o... esa emoción, e inmediatamente sentimos vergüenza, rabia, impotencia... o miedo por tener miedo, es decir, se produce una reacción emocional en cadena.
Si nos da miedo sentir miedo, tratamos de suprimirlo, si nos da rabia nos enojamos con la parte miedosa y solemos castigarla, si nos da vergüenza, la escondemos, y así, con cada una de esas segundas reacciones, y lo peor es que todo esto nos lleva a agravar el problema, porque logramos enfermarnos, sentirnos rechazados, etc., etc.
¿Qué podemos hacer para aprovechar esas emociones en lugar de padecerlas solamente?
Primero que todo legitimarlas y escucharlas, ojo que no quiero decir consentirlas, eso sería como anestesiar y no ayuda ni sirve de nada, retomemos el ejemplo de la luz roja del coche, ¿qué haría?... para, revisa y pone la solución, de la misma forma debemos proceder con esas emociones, reconocerlas y atenderlas lo más pronto posible.
Segundo, una vez reconocidas, evaluarlas, para encontrar la causa y por último buscar los recursos psicológicos apropiados para poder enfrentar el problema y de esta forma nos logramos recuperar.
Solo si buscamos ayuda a tiempo, podemos reiniciar nuestro recorrido y en condiciones mucho más propicias.
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