Cuando no se sabe o no se tiene claro qué es lo que deseamos, algo dentro de nosotros no esta bien, puede ser que nos encontremos desmotivados, o que actuamos para otros sin que nosotros queramos realmente hacerlo.
La motivación nos lleva a experimentar y a vivir la vida, a dirigir nuestro poder personal, transformando el presente y comprometiendonos con algo, de ahí su importancia.
En otras ocasiones tenemos deseos... metas, pero algo en nuestro interior nos impide mirarlas de frente y ponernos en movimiento, quizá sea miedo, falta de autoestima o confianza, temor al fracaso... etc.,
El autoconocimiento es impresindible para saber qué nos motiva... qué queremos, hacia donde vamos... qué necesitamos aprender y desarrollar, es la base del conocimiento y aceptación de nuestro estado en el presente.
Cuando estamos dispuestos a la acción, también lo estamos para buscar ayuda y la encontramos en el coaching.
El coaching interviene en el desarrollo, es decir, el cómo se hace y hacerlo, el cómo hacer para conocer cómo estoy, cómo me siento y qué hacer para conseguir conocerlo, es decir que el coaching es la instrucción, el desarrollo y entrenamiento del autoconocimiento.
No podemos conocernos, desarrollarnos y evolucionar sin la sabia interacción entre la instrucción y la práctica.
Una capacidad mal enfocada, mal dirigida, no conocida o mal desarrollada, deja de serlo, una capacidad sin voluntad de cambio, enredada en el pasado, sin acción y sin práctica, es solo una teoría sobre el autoconocimiento: “Sé que soy, pero no lo veo”, “Sé que soy, pero no lo asumo”, “Sé que soy, pero no practico ni me desarrollo”.
No dudes en tener tu coach personal, es una inversión que te permitirá orientar tu vida a la acción.
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