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Somos el resultado de lo que hacemos o dejamos de hacer

Por medio de la armonía de nuestros pensamientos y emociones establecemos en nosotros un gran poder... el poder del orden.
El orden es siempre interno y se expresa en lo externo, quien quiere mantener el orden externo sin ordenarse internamente se confunde y se enferma, por las tensiones que crea para sí mismo, y... para los que no mantienen su orden, se convertirán  poco a poco en personas neuróticas.

El desarrollo del orden interno establece una dinámica en nuestra mente que nos lleva a un movimiento interno y externo de desenvolvimiento ordenado en nuestro cuerpo y todos los asuntos que nos conciernen se desarrollan con gran efectividad.

Cientos de personas anhelan salud... pero no están dispuestas a realizar los pasos necesarios para conseguirla o simplemente mantenerla, no establecen ningún orden interno... alimentación balanceada, ejercicios...  visitas preventivas al médico, odontólogo, psicólogo... exámenes de analítica... tomar los medicamentos indicados, etc., como consecuencia, ya todos sabemos los resultados, enfermedades y limitaciones causadas por descuidos, no por causa del desgaste natural  de la vejez.

De la misma forma sucede con todos nuestros asuntos... sean financieros, profesionales, laborales, sociales... familiares... de pareja, etc., deseamos tener... ser... hacer... y sólo cuando nos damos cuenta de lo que carecemos, es cuando entendemos lo que hemos dejado de... hacer... ser... y tener... porque no hemos establecido un orden interno para llevar nuestra vida.

Si bien es cierto que de los errores se aprende, tambien es cierto que podemos establecer un orden para todas nuestras cosas y en especial para nuestra vida, podemos iniciar desde ya una nueva etapa de vida, donde con conocimiento de causa busquemos mejorar el efecto que nuestros actos ocasionen.
No esperemos a mañana... el esfuerzo que hoy realicemos dará frutos y los alcanzaremos a degustar.

¿Cómo cambiar tu vida?

Aquí te dejo algunas recomendaciones, si en realidad quieres de verdad sentirte feliz...
  • El perdón es la clave de la felicidad y la prosperidad, en realidad perdonamos siempre para nuestro propio bienestar, porque cuando perdonamos nos quitamos una carga de encima. Los resentimientos, los sentimientos de culpa no nos permiten ser felices, el perdón nos alivia, consuela y nos enriquece, beneficia a todos aquellos a quienes perdonamos y mucho más a nosotros mismos. Cuando te vengan a la memoria personas que resientes, les dices mentalmente Yo te perdono, o al contrario, Lo siento, por favor perdóname.
  • Establece un orden en tu vida interior, sólo tú sabes qué te hace bien y hazlo, en tu salud...física, mental, emocional, espiritual... en el amor...  profesionalmente, laboral, social, familiar, todo lo que hagas se verá reflejado exteriormente.
  • Ejercita tu mente en pensamientos positivos, no te detengas en ningún pensamiento de fracaso, conflicto, agravio, celos, críticas, sentimientos de culpa, pensamientos de enfermedad, de muerte, de preocupación, de accidentes, en otras palabras, ningún pensamiento de falso pesimismo, escasez o limitación. Cuando te vengan los pensamientos falsos no vas a luchar con ellos, simplemente no le vas a dar poder deteniéndote en ellos, dí mentalmente... "Yo todo lo puedo y todo lo tengo en mí interior, nada ni nadie me puede dañar, la sabiduría divina de mi interior guía y orienta todas mis actividades, Soy uno con  EL, Dios es Amor".
  • Cuando te veas envuelto en conversaciones de resentimientos pasados, noticias desagradables o te lleguen mensajes que te saquen de tu paz y te dé miedo, dite a tí mismo, "Yo puedo ver esto de forma diferente", y te mantienes en el pensamiento "Dios es Amor", simplemente no aceptes ninguna idea que te quite la paz.
  • De la misma manera, si te ves envuelto en discusiones donde te des cuenta de que quieres tener la razón a cambio de paz, reconoce que no es importante convencer a nadie de lo que tu crees y di mentalmente, "A mi no me interesa tener la razón, yo quiero y tengo paz interior".
  • Recuerda que nada ni nadie tiene el poder de perjudicarte, solamente tu actitud, tu reacción ante la conducta de los demás o a los acontecimientos externos pueden hacerte daño, si tu actitud es de no permitir que nada ni nadie te afecte, nadie podrá contra ti. Si surge alguna circunstancia o evento en tu vida que te asusta, respira profundo y aquiétate y reconoce que Dios está en ti, y que si Dios es contigo nada ni nadie puede contra ti.
  • Y por último, aplica la Regla de Oro... "Trata a los demás como quieras que te traten a ti"
En tu corazón no debe haber espacio para el odio ni para el rencor... sólo cuando lo llenamos de amor, la vida se vive intensamente y se es mucho más feliz.


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