Todos los pensamientos de escasez y limitación deberiamos erradicarlos de nuestra mente, de la misma forma que los pensamientos críticos... como el miedo... la envidia...etc., y todo pensamiento negativo hacia el éxito, la riqueza... e igualmente todo tipo de presión y de estrés.
¿Porqué?
Porque en lo que más nos concentramos eso es lo que atraemos...y al mantener en nuestra mente pensamientos de amor y confianza, nos permitirá tener bienestar y abundancia en nuestra vida. Todos lo sabemos, hemos leido o nos han comentado cómo es que funciona la ley de atracción, pero casi nunca lo intentamos, no al menos con persistencia, creemos que con pensar de forma positiva por unas pocas veces, con eso ya logramos lo que tanto deseamos y por supuesto que así no funciona. ¡Nada funciona así!
¿Cómo funciona todo?
Con naturalidad, sin presiones, sin estrés, todos en mayor o menor grado, hemos experimentado momentos de felicidad, y no es precisamente cuando estamos estresados... o cuando acuden a nuestra mente borbotones de pensamientos negativos, la felicidad nos ha llegado de forma delicada, suave... cuando experimentamos esa satisfacción intensa y maravillosa de obtener algo que hemos acariciado por algún tiempo en nuestra mente, bien sea una necesidad o alguna carencia, al cesar algún dolor, físico o anímico, al reunirnos con la persona amada despues de cierta ausencia, al recibir el reconocimiento por nuestro trabajo, al resolver un problema, al sortear un peligro o al lograr una meta. Generalmente lograr esto ha sido un proceso, una espera de algún tiempo, quizás meses o incluso años.
Si tienes en mente obtener felicidad, vida placentera, abundancia, riqueza material, o cualquier otro pensamiento por largo tiempo metido en tu cabeza, lo obtendras... siempre y cuando permitas que todo fluya y no lo interfieras con pensamientos negativos porque lo que conseguiras es... arruinar y destruir cualquiera que sea el objeto o la situación que desees conseguir
Desear es aspirar con vehemencia a... posesión, conocimiento o disfrute de una cosa, es anhelar que acontezca o deje de acontecer un suceso. Todos los deseos tienen su momento para cumplirse, cuando se es niño se desean juguetes; cuando eres joven, otras cosas, y sucede de la misma forma cuando se es adulto o despues cuando se es mayor. Todo deseo nace de un deseo anterior, la cadena del deseo jamás termina, es la vida misma.
El deseo es el que nos impulsa en la vida, y no debemos avergonzarnos por desear tantas cosas, pero tampoco engañarnos creyendo que lo que deseamos hoy, será suficiente mañana.
Los deseos son como semillas a la espera de la estación propicia para germinar, necesitan de cuidados incluso antes de plantarlos, la tierra ideal, propicia y abonada, el sol... el agua, protección contra insectos dañinos... etc, etc, y cuando llega el día de recoger, hay ilusión, esperanza, y... nuevamente volvemos a sembrar, así sucede con nosotros, hoy deseamos algo y cuando lo obtenemos ya estamos deseando otra cosa.
El problema no radica en el deseo sino en lo que sucede cuando esos deseos se frustran o se bloquean, es allí donde comienza la lucha, el juzgamiento, donde creemos que la felicidad no existe, donde ser positivos y tener pensamientos acertados y confiados de nada vale, es donde el estrés hace su aparición y tambien el odio, el rencor, la envidia... etc, los pensamientos negativos nos envuelven y... creemos que la ley de atracción no es cierta, pensar bien... no sirve de nada, nos dejamos derrotar...
¿Acaso un agricultor solo siembra una vez? y ¿si una cosecha sale mal, no lo intenta nuevamente? ¿será que no revisa qué salió mal para corregirlo?
A ese punto debemos llegar... a volver a intentar cuantas veces sea necesario hasta encontrar y superar cualquier obstáculo, hasta que aprendamos cómo se hace, hasta lograr obtener lo que deseamos y volver a desear... no una sino las veces que anhelemos algo...
El mayor descubrimiento es... ser conscientes de la infinita abundancia que siempre está a nuestra disposición, hacer lo que es conveniente, pensar de forma correcta (positiva), nos permitirá solucionar cualquier problema; vencer cualquier obstáculo y manejar adecuadamente todas las situaciones de nuestra vida.
Nacimos para conquistar, estamos equipados con las cualidades, los atributos y las potencialidades necesarias para tomar el timón y dirigir el rumbo de nuestra existencia.
Quien no reconozca sus poderes se verá controlado y gobernado por los sucesos y los condicionamientos del mundo, tenderá a dispersarse y a tener un concepto muy bajo de sí mismo, exaltará el poder de las circunstancias, pues no será consciente de las tremendas posibilidades
que tiene en su interior para obtener felicidad, salud, abundancia, riquezas y alegría de vivir.
Solo hay un tipo de personas que no cometen errores... las que nunca intentan o emprenden algo.
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