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¿Deudas? Hay que saber manejarlas

El pensamiento de deudas genera miedo, y nos hace sentir agobiados, cansados y como si estuvieramos cargando algo  pesado sobre nuestra espalda, sentirnos así causa tambien bloqueos de energía que no permiten el fluir natural y armónico del dinero en nuestras vidas, llevándonos muchas veces al pánico y a paralizarnos sin saber qué dirección tomar.

El crédito utilizado con sabiduría nos ayuda a prosperar, cuando responsablemente sabemos que sí podemos cumplir con la obligación, encontramos paz interior y podemos sentirnos plenos, pues hemos utilizado el crédito como una herramienta para lograr prosperidad económica.

Es importante reconocer que toda deuda externa tiene un equivalente de resentimiento interno, hacia los demás y hacia nosotros mismos,  por estas razones no se debe abusar del crédito, ni utilizarlo en estados de desesperación o para posponer la decisión de ordenar nuestras finanzas, tampoco incurrir en obligaciones si tenemos miedo y nos sentimos limitados, y mucho menos esperando un golpe de suerte para poder pagarlas,  no hariamos más que crear más deuda.

Cuando analizamos nuestra situación financiera se requiere de un alto grado de sinceridad con nosotros mismos, tapar el sol con la mano no es la solución, engañarnos tampoco... "tomar el toro por los cachos" como se dice popularmente, es la forma de dar los primeros pasos que nos llevarán de inmediato al camino de la prosperidad.

Reconocer que cometemos errores es la forma de iniciar nuestra liberación interna emocional, y perdonarnos es la clave, el perdón nos lleva a restablecer y a sanar nuestra mente en error y como consecuencia natural a resolver nuestros asuntos, no importa cuán grande nos parezca el conflicto, encontraremos la forma correcta de solucionarlos.
Los sentimientos de culpa, la condenación, los agravios, la ira y los resentimientos son agentes que retrasan el proceso, estas actitudes nos atan a más conflictos y problemas, porque aquello que odiamos y donde centramos nuestra atención es lo que más recibimos.

Perdonando y soltando nuestra mente,  logramos que ésta se abra al bienestar, al reconocer que nuestros propios pensamientos nos perjudican aún más y nos vuelven más vulnerables al dolor y al sufrimiento, debemos tomar la decisión de no volver a atacarnos a nosotros mismos, es la forma como creamos para nosotros y para los demás un ambiente de paz y surge alguna circunstancia o evento en nuestra vida que nos permite enderezar el camino, se presentarán cambios, oportunidades, manifestaciones de arreglos o convenios que nos ayudarán a salir de la situación de deuda.

El pensamiento positivo consigue atraer a nuestra vida una serie de sucesos tambien positivos, no obstante siempre habrá que reconocer que depende de nosotros buscar las soluciones a los problemas... ajustar el cinturon, evitar el despilfarro, poner la cara e intentar conciliar, buscar y pedir ayuda,  entender  que toda causa conlleva un efecto, pero... lo que nunca debemos olvidar es que de un error se aprende para no volver a lo mismo y que el pensamiento negativo trae cosas negativas, no soluciona nada.


Pensamientos y acciones positivas atraen soluciones.


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