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Nuestra salud  tanto física, espiritual, mental y emocional son la base para vivir bien y disfrutar de calidad de vida siempre, por lo tanto:

Nuestro estilo de vida se compone de aquellos elementos que son vitales.

La importancia de cultivar un alma sana, libre de envidias, deseos egoistas, mentiras y celos, nos permite tener y mantener un estado interior sano,  que se refleja en un cuerpo saludable.
Cuando se trabaja con uno mismo y vivimos conscientes de las consecuencias de nuestros actos, podemos aceptar mejor la realidad de nuestra vida.

El tema de hoy es la Salud Física y cuando nuestro organismo no funciona adecuadamente se produce una enfermedad, las señales que nos indican que hay una enfermedad son los síntomas, sabemos que nuestro estado interior se refleja en nuestro cuerpo, pero también existen factores externos que perjudican nuestra salud física.

Aquí algunos puntos para tener en cuenta, reflexionar... y poner en práctica:

1. La comida es nuestra aliada en la salud. De ella nuestro cuerpo se sirve de los elementos nutritivos necesarios para su sistema inmunitario, crecimiento, y demás funciones metabólicas. Por lo tanto todo alimento que nos brinda la naturaleza es bueno y puede consumirse en cantidades moderadas. Entre más variada sea nuestra alimentación, más completa será la oferta de elementos protectores que le damos a nuestro organismo.

2. Prefiramos alimentos frescos y de poca manufactura, a aquellos muy procesados a los que la industria alimentaria le ha ido haciendo sus agregados.

3. Recordemos que distribuir los alimentos en 4 a 6  comidas diarias, es lo ideal para una buena digestión y metabolismo. Ninguna de esas comidas debería dejarnos con sensación de plenitud, por lo tanto el tamaño de la porción es fundamental.

4. La disminución de sal y azúcar de ningún modo son consejos sólo para diabéticos e hipertensos. Toda la población, incluyendo a los niños, debe controlar la cantidad de ellos. No estamos hablando de suprimir totalmente, más bien de  moderar.

5. Un alimento no es valioso sólo "si es rico y tiene pocas calorías". Hoy, con el estudio de los alimentos funcionales, la nutrición nos enseña: elegir alimentos que contienen en sí mismos elementos naturales que son preventivos de enfermedades. Por lo tanto: sí a las frutas secas, cereales integrales, verduras y frutas de todo tipo, carnes magras  y legumbres…
Recuerde que es la cantidad la que marca el límite entre que un mismo alimento engorde o no.

6. La actividad física, en sus diferentes modalidades, pero llevada a cabo metódicamente, sin fanatismos ni extremos, es vital para todos. No debe verse como una herramienta para perder peso únicamente, más bien para ganar salud.

Dispongámonos a avanzar hacia decisiones que nos vayan acercando a la meta de "buena calidad de vida", y que cada uno de esos cambios se transforme en un nuevo hábito… más bien caminar por el delicado equilibrio de la moderación y la flexibilidad.

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