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Nuestro diálogo interno...

... es muy importante, constituye la base de nuestras palabras habladas y crea el ambiente mental según el cual vamos a actuar, de la misma forma que determina la clase de experiencias que atraemos a nuestra vida... es decir:
 Hay Poder en Nuestras Palabras.

Las palabras y frases que decimos son una prolongación de nuestros pensamientos, por lo tanto es conveniente prestar atención a lo que decimos, si pronunciamos palabras negativas o limitadoras... ya sabemos cuál va a ser su repercusión, por lo tanto debemos cambiarlas.

Cuando esté con otras personas, presta atención a lo que dicen y a cómo lo dicen, y trata de relacionar lo que dicen con lo que están experimentando en su vida.

La palabra "debería" es como si sonara una campanilla,  se la he escuchado a muchas personas y hasta más de diez veces en solo unos pocos minutos de conversación, curiosamente estas mismas personas no se explican por qué su vida es tan rígida, ni porqué no logran cambiar su situación, aún no se han dado cuenta que desean controlar cosas que no pueden controlar, entonces, o bien se culpan a sí mismas o culpan a otra persona.

Otra expresión que podemos eliminar de nuestro vocabulario y de nuestros pensamientos es "tengo que", puesto que son presiones que nos autoimponemos, "tengo que ir a trabajar"... "tengo que hacer esto...", "tengo que...", en su lugar podríamos decir "elijo", "elijo ir al trabajo, porque es mi responsabilidad...", "elijo" da una perspectiva totalmente diferente a nuestra vida, todo lo que hacemos es por elección, incluso aunque no lo parezca.

Muchas personas usamos también la palabra "pero", hacemos una afirmación y luego añadimos "pero", lo cual nos orienta en dos direcciones diferentes, es decir nos enviamos mensajes contradictorios.
Otra expresión a la que tenemos que prestar atención es "no olvides"... esto... o aquello..., y ¿qué pasa? que lo olvidamos, lo que en verdad necesitamos es recordar... y  no, "no olvidar", así que podemos comenzar a emplear la expresión "por favor, recuerda..." en lugar de "no olvides".

Nosotros escogemos nuestros pensamientos, los cuales constituyen la base de nuestro diálogo interno, si trabajamos por liberar toda crítica y todo juicio  negativo sobre nosotros mismos, podremos liberarla también sobre los demás. Somos muy rápidos para propagar las malas noticias, es increible observar cómo la mayoría de las personas en realidad no les gusta escuchar buenas noticias. En cierta ocasión hubo una emisora de radio que se dedicó a dar solamente las noticias buenas, y... quebró.
Cuando escuchamos las malas noticias, tenemos algo de qué quejarnos, y nos convencemos que solo existe el mal en el mundo y después nos sorprendemos de "Cómo está este mundo de malo..." los pensamientos colectivos realmente afectan al mundo, pues lo que damos lo recibimos de vuelta.

Deseo analizar el poder de nuestro subconsciente... veamos: nuestro subconsciente no hace juicios, acepta todo lo que decimos y crea en concordancia con nuestras creencias y pensamientos dominantes, no sabe distinguir entre lo verdadero y lo falso, o entre lo correcto y lo incorrecto, por lo tanto, no nos conviene desaprobarnos de ninguna manera, no nos conviene decir algo así como "¡Ay, estúpido de mí!", porque el subconsciente escuchará ése diálogo interno y al cabo de un tiempo nos sentiremos realmente estúpidos, y, si lo repetimos mucho se convertirá en una convicción en nuestro subconsciente.
De modo que es mejor no hacer comentarios despectivos sobre ti ni sobre nadie, ya que no te crearán buenas experiencias, el subconsciente no distingue entre ti y los demás, solamente escucha las palabras y cree que hablas de ti mismo.

La próxima vez que te sientas tentado a hablar mal de alguien, pregúntate ¿porqué piensas eso de ti mismo?, puesto que vemos en los demás solo aquello que vemos en nosotros, y en lugar de criticar, es mucho mejor, elogiar si es el caso, o simplemente no hacer comentarios negativos.

Fijémonos en la forma en que se expresan las personas, solas... o desdichadas... pobres... enfermas... etc, ¿Qué palabras emplean? ¿Qué han aceptado como verdad sobre sí mismas? ¿Cómo se describen a sí mismas? ¿Cómo describen su trabajo, su vida... sus relaciones? ¿Qué esperan de la vida? Pues... que la vida es una miseria, que siempre estan solas porque nadie quiere estar con ellas, que no ganan lo suficiente y no pueden darse nunca un gusto, porque son pobres... etc, etc.

Podemos elegir renunciar a los conceptos negativos de la vida, afirmar que eres una persona amable, que atraes de alguna forma todo lo que necesitas, que eres digna de amor... de curarte... de lo mejor, y las cosas comienzan a cambiar para bien, y cuantas más personas seamos conscientes de la necesidad de pensar, actuar y decir palabras positivas, empezarán a realizarse cambios que nos ayudarán a nosotros mismos y al resto del planeta.



Podemos aportar mucho... por un mundo mejor.


El contenido de éste artículo lo redacté y lo resumí de un capitulo del libro "El poder está dentro de ti" de Louise Hay. 





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