Entendiendo la vida del ser humano, contribuyendo a su bienestar para lograr una vida plena, comprometida y con significado.
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El amor de pareja...
... es una relación muy compleja.
El amor verdadero es básicamente respeto por el otro... viéndolo tal cual es, con la conciencia de su propia individualidad, tratando de favorecer su crecimiento y desarrollo para que logre ser quien es.
En el amor de pareja uno se entrega a si mismo, no en el sentido de sacrificar la vida por el otro, sino como expresión de toda su riqueza interior, de ahí la importancia de tener una vida plena y una realización personal.
Conocer al otro nos permite ver más allá de los comportamientos que son difíciles de comprender y saber las razones más profundas, porque el acto de amar es una experiencia de unión que trasciende las palabras y el pensamiento.
De ahí que el respeto solo es posible si se basa en la libertad, nunca en la dominación.
Amar y ser amado no es sencillo porque exige ser humilde y confiable, tener fe, ser valiente... constante, no solo para satisfacer las necesidades, suplir carencias o tener compañía.
Todos somos dignos de ser amados y respetados, pero primero es indispensable amarse y respetarse uno mismo, para lograr una relación feliz y armoniosa, pues cuando no existe la autoestima tampoco existe la posibilidad de amar genuinamente, y esta condición suele ser la principal razón de tantas dificultades de pareja, separaciones, peleas, luchas por el poder, celos, desconfianza, dependencias... etc.
Una persona insegura tiene baja autoestima, no se acepta a si misma y pretende ser lo que no es, de esta manera su personalidad no esta integrada a la relación y su conducta puede ser errática, inesperada, cambiante e inestable.
La persona que no se ama a si misma ni se respeta, pretende tener al otro en su poder, como un objeto de su pertenencia, sin vida propia, que solo disfrute estando en su compañía y que no necesite otra cosa. Esas personas no conciben ninguna actividad que no incluya al otro, no le interesa su propio crecimiento y desarrollo y concentran toda su energía en la relación de pareja únicamente. Si la otra persona es igual... creamos una relación de pareja destinada a manipular, muy absorbente, producimos sufrimiento y terminamos muy probablemente en una relación a la fuerza y perdemos de vista nuestro propio camino.
Es realmente difícil llegar a conocerse uno mismo completamente, pero intentarlo, es ser honestos con nosotros y con nuestra pareja, es permitir formar un vínculo donde dos logran integrar sus personalidades y son capaces de comprometerse con una forma de pensar pero conservando la fortaleza de carácter para defender sus convicciones.
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