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Las mejores semillas

Somos responsables de cualquier acción emprendida por nosotros aunque lo hagamos de una manera inconsciente y las consecuencias son también nuestra obra... por una ley natural e inviolable de la vida... todo lo que sale de nosotros se nos regresa multiplicado.

¿Estamos sembrando lo que esperamos cosechar? o  por el contrario podríamos arrepentirnos más adelante por los pensamientos, palabras y acciones profesados hoy.

 Cabe también preguntarnos si nuestra situación actual,  podría ser consecuencia de nuestras acciones pasadas.
Si nos detenemos por un momento para reflexionar sobre... porqué nos encontramos en las situaciones que vivimos actualmente y logramos establecer una relación entre éstas y nuestro comportamiento pasado, podremos darnos cuenta que tenemos las riendas de nuestras vidas en nuestras manos y que siempre ha sido así.

Esto podría significar una gran ventaja en nuestras vidas, pues nos volvería conscientes de la trascendencia de lo que hasta ahora considerábamos como acciones sin importancia y  pondría nuestro futuro en perspectiva al verlo desde un punto de vista tan amplio que considere a todo y a todos los que nos rodean como parte integral de un plan común para nuestro crecimiento y desarrollo.

A partir de este momento cada situación en la vida se convierte en una oportunidad para probarnos a nosotros mismos, para ver si somos capaces de resistir la tentación de dejar fluir los primeros impulsos que nos inciten a actuar, y así mejorarnos aprovechando cada oportunidad para crecer que se nos ofrece.

Comienza entonces un periodo de nuestras vidas en el cual nos volvemos conscientes de la relación que existe entre nuestras acciones y sus consecuencias, permitiéndonos moldear nuestro comportamiento acorde con lo que esperamos recibir de la vida.

Cuento... Las mejores semillas

Un empresario agricultor, de poco estudio, participaba todos los años en la principal feria de agricultura de su ciudad. Lo más extraordinario es que él siempre ganaba año tras año, el trofeo: maíz del año. Entraba con su maíz en la feria y salía con la faja azul recubriendo su pecho. Su maíz era cada vez mejor.

En una ocasión de esas, un reportero de televisión abordó al agricultor después de la tradicional colocación de la faja de campeón. Él quedó muy intrigado con la revelación del agricultor, de como acostumbraba a cultivar su calificado y valioso producto. El reportero descubrió que el agricultor compartía buena parte de las mejores semillas de su plantación de maíz con sus vecinos.

- "¿Cómo puede usted compartir sus mejores semillas con sus vecinos, cuando ellos están compitiendo directamente con usted?"

El agricultor respondió:

- "¿Usted no sabe? ¡Es simple!. El viento recoge el polen del maíz maduro y lo lleva de campo en campo. Si mis vecinos cultivaran maíz inferior al mío, la polinización degradaría continuamente la calidad de mi maíz. Si yo quiero cultivar maíz bueno, tengo que ayudarlos a cultivar el mejor maíz, cediendo a ellos las mejores semillas."

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