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AUTOESTIMA - Limpieza Emocional

Según como pienses y como te sientas,  influyes negativa o positivamente en tu vida, quizas no puedas controlar lo que te pasa, pero siempre puedes controlar cómo reaccionas a lo que te pasa.

A veces no sabemos cómo tratar con el enfado, la tristeza, la culpa, el miedo,y estas emociones se convierten en una carga que no nos deja vivir.

¿Quién no ha tenido un mal día?

Todo nos parece oscuro y aburrido, muchas veces sin razón aparente, y experimentamos mayor sobrecarga de lo que sería normal si analizáramos las circunstancias de nuestra vida en forma objetiva. Quizás acabemos de explotar en un ataque de ira incontrolada o estemos sumidos en un estado de depresión con pequeños brotes autodestructivos, la sensación es: "ya no podemos más".

En el mejor de los casos nos sentimos solos, imcomprendidos y frustrados, y en el peor, nos sentimos consumidos por la culpa y un incipiente estado de odio hacia nosotros mismos.

Si queremos recuperar nuestro poder personal, necesitamos pasar a la acción y tomar las riendas de nuestra vida emocional, tan igual, como de vez en cuando es necesario ordenar nuestros armarios, cajones o escritorios, tirar cosas, quedarnos solo con lo que creemos que realmente vamos a usar, tambien es necesario hacer de vez en cuando una limpieza emocional a fondo.

Nuestro malestar emocional proviene en la mayoría de casos de las disfunciones sufridas en la infancia.
Nuestros padres, con la mejor de las intenciones, nos dejaron gravadas algunas creencias y situaciones en que se nos quería o se nos dejaba de querer- según nuestros ojos de niño - de acuerdo a cómo nos comportábamos o actuáramos.

Por ejemplo, de pequeños solíamos llorar hasta ponernos morados, esa era nuestra forma de expresar el enfado por algo... una pataleta, nuestra madre nos decía  suavemente en un principio, "no llores", y si continuábamos, para evitar el escándalo público, al seguir haciendo nuestra pataleta de llanto, ella acababa por ponerse nerviosa y era cuando nos gritaba, nos pegaba  suavemente en algunos casos, nos daban un pellizco, una mala mirada,  o simplemente nos decían que si continuábamos llorando de esa forma así no nos querian. La conclusión que saca un niño pequeño es: "enfadarse no está permitido y trae problemas" por lo tanto es malo.

Como consecuencia, algunos se convirtieron en personas adultas que nos les gusta enfadarse, lo que hacen es reprimir  esa emoción, otros manipulan los enfados como sea posible, y en el momento de tener una discusión sobre cualquier tema o situación, ya en la edad adulta, sacan todo su potencial de niño interior herido, y hacen las mismas rabietas que de pequeño.

Todos llevamos un gran bagaje emocional que se ha gravado en nosotros en nuestros primeros años de vida, por lo general y de acuerdo al código familiar de cada uno, nos llenamos de creencias y límites, algunos positivos y adecuados para esa edad, pero muchos negativos o mal expresados que limitan el potencial de cada niño, haciendo que se convierta en un adulto con muchas heridas internas.
Luego en la etapa del colegio, los profesores hacen lo mismo con frases como: "tú para matemáticas no sirves", " tú no eres como tu hermano", etc., todo esto va haciendo mella en el potencial original y el niño decide que no es seguro ser natural y aprende un montón de mecanismos de defensa que le ayudarán a encajar en su ambiente, pero que le desconectarán con su mundo emocional auténtico, creando muchas barreras y miedos.

Lo positivo e importante es que estas barreras se pueden romper, cuando el adulto tome de la mano a ese niño herido y le haga sentir que su esencia, tal como es en realidad está bien y que ya no necesita amoldarse a las características y normas que le causaron daño.

Para esto podemos hacer este ejercicio:

Tomar una hoja de papel y contestar estas preguntas en forma muy sincera.

¿Cómo era la vida familiar en tu casa? ¿Te sentías querido y comprendido? ¿En qué chocabas con tus padres? ¿Qué frases negativas te repetían sin cesar?  ¿Cómo te enfadabas entonces? ¿Podrías nombrar algún hecho o desengaño?

Ahora vamos hacer una limpieza emocional, con cada situación que hayas anotado en tu hoja al responder las preguntas, la vas a leer en voz alta, si sientes ganas de llorar, llora, compadécete de ti si lo necesitas y pasa luego a la acción:  repitiendo " yo-------- me acepto y me amo completamente, perdono a ------ y lo entiendo, elijo vivir en el momento presente, esta situación es del pasado y no le presto más atención.
Lo puedes decir en voz alta o escribirlo como respuesta frente a donde contestaste las preguntas.
Si es necesario y hay que repetirlo varias veces no dudes en hacerlo. Puedes hacer este ejercicio con personas que ya han fallecido, no te plantees si tiene sentido o nó, hazlo simplemente porque te dará equilibrio a nivel energético que de momento es lo único que necesitas.
Deja que surja todo tu dolor, es como una masa energética acumulada en tu cuerpo y necesitas hacer espacio para emociones nuevas y más positivas.

Por último, si mientras haces el ejercicio descubres que estas enfadado con otras personas o situaciones, dedica tiempo y haz lo mismo con ellas, al finalizar simplemente rompe la hoja de papel o quémala y siente que con esa acción ya das todo por terminado y  perdóna de corazón, puede que no lo olvides, perdonar no significa aceptar que un comportamiento fué el adecuado, ni ignorar un daño que ya está hecho, perdonar significa reconocer que cada persona hace lo mejor que puede en cada momento con la información y herramientas que posee en ese momento, perdonar es recordar sin dolor, sin amargura, perdonar es un camino para liberar esa actuación, a la otra persona y a nosotros mismos. Liberar el pasado para volver al presente y poder disfrutarlo.

Reflexiona sobre tu propia responsabilidad en cada uno de los asuntos que sientas que te estan afectando y procura siempre buscar acciones orientadas al cambio.





1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca habia entendido la típica frase que algunas personas suelen utilizar: "Yo perdono pero no olvido". Y hoy leyendo este articulo me he dado cuenta del verdadero significado de esta frase, pues como bien se dice en este blog, "perdonar no significa aceptar que un comportamiento fué el adecuado, ni ignorar un daño que ya está hecho, perdonar significa reconocer que cada persona hace lo mejor que puede en cada momento con la información y herramientas que posee en ese momento, perdonar es recordar sin dolor, sin amargura, perdonar es un camino para liberar esa actuación, a la otra persona y a nosotros mismos. Liberar el pasado para volver al presente y poder disfrutarlo"

Ojala todos lograramos poner en práctica estas palabras, pue así la vida sería mas alegre y lograriamos despredernos de los sufrimientos, de los malos momentos, de las malas experiencias y de las frustraciones que en ocaciones hacen que la vida la veamos desde un prisma negro y oscuro.