Cuanto más
vivo, más cuenta me doy del impacto que la ACTITUD tiene sobre mi vida.
Mi ACTITUD, para mí, es más importante que los
hechos.
Es más
importante que el pasado, que la educación, el dinero, las circunstancias, que
los fracasos, el éxito, que lo que otras personas piensan, digan o hagan.
Es más
importante que las apariencias, los dones o la destreza.
Levantará o
hará fracasar una empresa... una iglesia... un hogar.
Lo
admirable es que día a día es nuestra la elección de la ACTITUD que asumiremos en respuesta a toda situación.
No podemos
cambiar nuestro pasado... no podemos cambiar el hecho de que la gente actúe en
determinado modo.
No podemos
cambiar lo inevitable. Lo único que podemos hacer es tocar la única cuerda que
tenemos, y esa es nuestra ACTITUD.
"Estoy convencido de que la vida esta constituida por un 10% de lo que me ocurre y el 90% de cómo reacciono ante ello. Y así es también contigo...
En todo
momento somos responsables por nuestra ACTITUD.
En efecto, nuestra manera de ser depende eternamente de nuestra ACTITUD".Charles
Swindoll
Muchas
personas están convencidas, y yo estoy totalmente de acuerdo, que al final,
cada uno de nosotros encontramos siempre lo que esperamos encontrar en nuestra
vida; es una cuestión de actitud...
La actitud
es la energía que mueve nuestros pensamientos, y en consecuencia, los
sentimientos y conductas. Nosotros podemos elegir en todo momento, delante de
determinados hechos que nos sucedan en la vida, tomar una actitud determinada.
A partir de ésta elección, nos encontraremos con una realidad u otra que podrán
ser completamente dispares.
Dicen que
las personas somos lo que llevamos en nuestro interior, y que sin darnos
cuenta, esto se transmite a través de la actitud que tenemos ante la vida y
ante los demás. Si en nuestro pasado hemos vivido reiteradas situaciones de
desengaño (amoroso, laboral, de amistades...), probablemente nuestra actitud
será de desconfianza, nos será difícil apostar por los demás de entrada. Si por
el contrario, nuestra historia está llena de gente que nos ha aportado mucho y
de la que hemos aprendido y establecido lazos estrechos y nutritivos, nos será
bastante fácil generar nuevas relaciones en un clima de confianza y seguridad.
TIPOS DE
ACTITUD
Podríamos
clasificar los diferentes tipos de actitud ante la vida en tres:
-Actitud
Observadora: se trata de personas que prefieren mantenerse en la posición del
espectador, antes que tomar riesgos. Suelen ser negativas y no actúan, siempre
prefieren que otros les resuelvan sus problemas.
-Actitud
Crítica: son las personas que siempre tienen que dar su opinión, expresar sus
quejas de todo lo que no les parece bien, de lo que falta... y a menudo son los
que cuando el carro se ha caído te dirán por donde tendría que haber
pasado...También suelen ser negativos.
-Actitud
Activa: tienen interés por aprender, por saber más, por comprenderse a sí
mismos y a los demás que están a su alrededor, quieren profundizar en sus
conocimientos. Saben buscar siempre el lado positivo de las situaciones y se
sienten los protagonistas de sus vidas. Saben que tienen el control y tienen
claro que cuando algo no sale bien, es una gran oportunidad para aprender de
ello. Son positivos y proactivos.
Es cierto
que muchas veces nuestra actitud dependerá de varias circunstancias, pero lo
que no debemos olvidar es que siempre tenemos la última palabra en la actitud
que elegimos para vivir.
¿CÓMO
CAMBIAR?
Para
modificar y entrenar nuestras actitudes, debemos elegir de manera adecuada los
pensamientos y sentimientos sobre todo aquello que nos vaya ocurriendo. Se
trata de “desaprender” viejas actitudes que no nos ayudan ni nos favorecen, y
aprender otras que sean de verdad potenciadoras y que nos ilusionen, que nos
influyan positivamente en nuestra vida. Se puede aprender a pensar en positivo.
Hay una
serie de conductas que favorecerán una actitud positiva:
- Ver las
situaciones como una oportunidad de aprendizaje
- Utilizar
un lenguaje positivo y reforzador: yo puedo, soy capaz...
- Emplear
un tono de voz entusiasta y alegre
- Soltar el
pasado y dejar de darle fuerza puesto que YA PASÓ
- No tener
miedo al futuro, pues dependerá de lo que haga hoy
¿CON QUÉ
ACTITUD ACOSTUMBRAS A MOVERTE POR TU VIDA? ¿TE IDENTIFICAS CON ALGUNO DE ESTOS
PATRONES?
Fuente:Tomado apartes del blog de Silvia Conwgest
Para
terminar este post comparto el cuento
sobre la ACTITUD de Pedro Pablo, Sacristán...
CUENTO,
TINTERO y PLUMA...
En una
pequeña ciudad hubo una vez un cuento vacío. Tenía un aspecto excelente, y una
decoración impresionante, pero todas sus hojas estaban en blanco. Niños y
mayores lo miraban con ilusión, pero al descubrir que no guardaba historia
alguna, lo abandonaban en cualquier lugar.
No muy
lejos de allí, un precioso tintero seguía lleno de tinta desde que hacía ya
años su dueño lo dejara olvidado en una esquina. Tintero y cuento lamentaban su
mala suerte, y en eso gastaban sus días.
Quiso el
azar que una de las veces que el cuento fue abandonado, acabara junto al
tintero. Ambos compartieron sus desgracias durante días y días, y así hubieran
seguido años, de no haber caido a su lado una elegante pluma de cisne, que en
un descuido se había soltado en pleno vuelo. Aquella era la primera vez que la
pluma se sentía sola y abandonada, y lloró profundamente, acompañada por el
cuento y el tintero, que se sumaron a sus quejas con la facilidad de quien
llevaba años lamentándose día tras día.
Pero al
contrario que sus compañeros, la pluma se cansó enseguida de llorar, y quiso
cambiar la situación. Al dejar sus quejas y secarse las lágrimas, vio claramente
cómo los tres podían hacer juntos mucho más que sufrir juntos, y convenció a
sus amigos para escribir una historia. El cuento puso sus mejores hojas, la
tinta no se derramó ni un poco, y la pluma puso montones de ingenio y
caligrafía para conseguir una preciosa historia de tres amigos que se ayudaban
para mejorar sus vidas.
Un joven
maestro que pasaba por allí triste y cabizbajo, pensando cómo conseguir la
atención de sus alumnos, descubrió el cuento y sus amigos. Al leerlo, quedó
encantado con aquella historia, y recogiendo a los tres artistas, siguió su
camino a la escuela. Allí contó la historia a sus alumnos, y todos se mostraron
atentos y encantados.
Desde
entonces, cada noche, pluma, tintero y cuento se unían para escribir una nueva
historia para el joven profesor, y se sentían orgullosos y alegres de haber
sabido cambiar su suerte gracias a su esfuerzo y colaboración.
Autor.. Pedro Pablo Sacristan
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