Excelente artículo de J.L Cano Gil, Psicoterapeuta y escritor. Os dejo con el.
La transformación interior
"Como buen admirador de Lao Tsé y del Zen , temo que no es mucho lo que podemos "hacer" por mejorar la realidad. En cambio, sí podemos "no-hacer", es decir, dejar de hacer muchas cosas que lo perjudican y, así, prevenir males mayores y evitar nuestra complicidad con los grandes dañadores del planeta. Esto requiere, en mi opinión, no tanto grandes ideales y consignas, movilizaciones, etc., cuanto un sincero autoanálisis personal. No sólo buscar culpables de los problemas, sino también examinar nuestros propios errores y responsabilidades en ello. Así, frente a cualquier mal, la pregunta clave sería: "¿en qué medida soy yo cómplice del problema, y qué renuncias y responsabilidades estoy sinceramente dispuesto a asumir para dejar de serlo?". Si nuestras reivindicaciones no surgen de semejante actitud, no tardarán en convertirse en nuevas formas de hipocresía y fracaso.
Por ejemplo, si dices "¡Todos por la ecología y contra la contaminación!", pregúntate también: ¿voy a prescindir yo del uso y/o abuso de mi aire acondicionado, calefacción eléctrica, secadora, lavaplatos, exceso de iluminación, aparatos eléctricos de todo tipo, varios automóviles, viajes de placer, doble residencia, acumulación ilimitada de objetos y demás signos de comodidad y estatus...?
Si exclamas "¡Todos contra el gobierno y los bancos", pregúntate también: ¿seguiré votando (según las reglas y partidos que ellos quieren), pidiendo préstamos, pagando con tarjeta, contratando seguros, especulando con mis ahorros, dócil a leyes e impuestos injustos, desinformado y crédulo a la televisión, indiferente a la delincuencia política, etc.?
Si sueñas "¡Todos contra el hambre en el mundo!", pregúntate también: ¿consumo yo en exceso, despilfarro inmoralmente, conozco el origen y los precios reales de las cosas, las compro más baratas pese a ello, a qué empresas e intermediarios beneficia mi consumo, en qué bancos meto mi dinero, denuncio a los saqueadores nacionales e internacionales...?
Si exiges "¡Todos contra el maltrato", pregúntate también: ¿trato bien a las personas de mi entorno, me ocupo personalmente de ellas, sufren quizá trastornos emocionales, entrego innecesariamente a mis hijos a guarderías o escuelas alienadoras, doy buen ejemplo, me ocupo de mi crecimiento personal...?
Y así sucesivamente.
En resumen, como nadie hará nada por nosotros -salvo nosotros mismos-; y como no lograremos nada verdadero si emocionalmente no somos ya aquello que defendemos, la única opción es la de Gandhi: "si quieres cambiar el mundo, ¡cámbiate a ti mismo!" De este modo, tu propia forma alternativa de ser -y su irradiación a las personas de tu entornos- será ahora mismo el pequeño cambio en el mundo que buscabas, y el comienzo de un cambio mayor. Cuantos más seamos, mejor."
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