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Cuando hay que tomar decisiones... Hay que soltar lo que no sirve para poder avanzar


Muchas veces no somos conscientes  de la gran carga que llevamos sobre nuestros hombros, provocada por el apego al pasado. Liberarnos del apego del pasado es mucho más que olvidarnos de las cosas tristes que nos sucedieron, significa hacer una nueva relación con todos los recuerdos que guardamos, significa comprender que sólo tenemos experiencias y que en el ahora existe la posibilidad de experimentar otras nuevas, diferentes a las anteriores.  La vida es siempre nueva cada día, todo es nuevo, como un río que fluye y que nunca llevará la misma agua dos veces. 

Aceptar esto nos hará libres para volar a donde queramos, pues cargar con el peso del pasado limita todas nuestras actividades y logros. 


Los dos sacos...

Hay una antigua leyenda acerca de tres hombres, cada uno de los cuales cargaba dos sacos, sujetos a sus cuellos, uno al frente y el otro a sus espaldas.

Cuando al primero de ellos le preguntaron que había en sus sacos, el dijo: "Todo cuanto de bueno me han dado mis amigos se halla en el saco de atrás, ahí fuera de la vista, y al poco tiempo olvidado". El saco de enfrente contiene todas las cosas desagradables que me han acontecido y, en mi andar, me detengo con frecuencia, saco esas cosas y las examino desde todos los ángulos posibles. Me concentro en ellas y las estudio. Y dirijo todos mis sentimientos y pensamientos hacia ellas.

En consecuencia, como el primer hombre siempre se estaba deteniendo para reflexionar sobre las cosas desafortunadas que le habían sucedido en el pasado, lo que lograba avanzar era muy poco.

Cuando al segundo hombre le preguntaron que era lo que llevaba en sus sacos, él respondió: "En el saco de enfrente están todas las buenas acciones que he hecho, las llevo delante de mí y continuamente las saco y las exhibo para que todo el mundo las vea. Mientras que el saco que llevo atrás, contiene todos mis errores. Los llevo consigo a dondequiera que voy. Es mucho lo que pesan y no me permiten avanzar con rapidez, pero por alguna razón, no puedo desprenderme de ellos".

Al preguntar al tercer hombre sobre sus sacos, él contestó: "El saco que llevo al frente, está lleno de maravillosos pensamientos acerca de la gente, los actos bondadosos que han realizado y todo cuanto de bueno he tenido en mi vida. Es un saco muy grande y está lleno, pero no pesa mucho. Su peso es como las velas de un barco "lejos de ser una carga" me ayudan a avanzar. Por su parte, el saco que llevo a mis espaldas está vacío, pues le he hecho un gran orificio en el fondo. En ese caso, puse todo lo malo que escuché de los demás así como todo lo malo que a veces pienso acerca de mí mismo. Esas cosas se fueron saliendo por el agujero y se perdieron para siempre, de modo que ya no hay peso que me haga más penoso el trayecto"...

1 comentario:

Gladys dijo...

Hola María del Carmen tienes un blog muy interesante un bonito relato el dejar el pasado aveces es imposible despegarse del pasado, cuando ese pasado a significado gran parte de tu vida, me gusto mucho leerte es una muy buena reflexión, muchas gracias por dejar tus huellas para llegar hasta aquí, espero te haya gustado mi blog para que vuelvas, me quedaré con tu permiso.

Un gran abrazo que tengas una linda semana.