... Nosotros los seres humanos seguramente tenemos muchas más...
No me ha pasado nada, no he tenido ningún accidente ni nada
parecido, pero no me había dado cuenta hasta hoy, que como mínimo en un par
de ocasiones, estoy segura que he vuelto a nacer...
¡¡¡ me he reinventado!!!
Nacer, crecer, madurar y declinar es el ciclo natural de la
vida, aplica a las personas, los animales y a todo en la naturaleza, igualmente
se puede pensar que aplica a las ideas, los proyectos, los productos, las
empresas, los matrimonios y aún a los diferentes capítulos de nuestra vida
personal.
En tanto estamos en
las etapas de nacimiento, crecimiento y maduración podemos asociar a ello
algunos o muchos logros, el éxito y la felicidad, pero luego hay un momento
caótico de cambio en el cual las cosas empiezan a declinar hacia la crisis y si
en ese momento no entendemos la necesidad de modificar cosas, cambiarlas, y
hacer nacer unas nuevas, iremos ineludiblemente al fondo de la crisis.
Mirando con
detenimiento: el nacer es la etapa en que todo es nuevo y la energía está al
máximo, es el primer proyecto de tu vida, es el primer producto de tu empresa,
es la primera empresa que organizaste, es el primer matrimonio, tu primera
competencia deportiva, tu primera exposición,
tu primer concierto, tu primer encuentro profundo contigo mismo, etc.
Crecer es la etapa
natural después de nacer en la que la energía hace que las cosas que nacieron
se muevan y se expandan, ahora tienes más proyectos, es la ampliación de tu
empresa o la generación de nuevos emprendimientos, es la primera casa que
compras con tu pareja, es tu participación en campeonatos importantes o en
conciertos en las mejores salas, o en exposiciones con los mejores artistas, o
la regularización de una vida enriquecida por la espiritualidad, etc.
Y llega la madurez
con lo cual la energía que se tenía antes parece irse estancando, la magia que
había va desapareciendo, ya no generas proyectos, la empresa tiene más trabajo
para retener a los clientes y luego los empieza a perder, algunos de los nuevos
emprendimientos tienen que cerrarse, los esposos se ponen distancia y ya no
disfrutan la mutua compañía, el deportista, el músico o el artista ya no
practican lo suficiente y ya no participan en tantos eventos como antes, ya el
tiempo para crecer espiritualmente se reduce y la práctica espiritual se vuelve
eventual. Todo se enfría, en todo la
energía se vuelve mínima.
Finalmente todo se va
muriendo, las ideas, los proyectos, los productos, las empresas, los
matrimonios y los diferentes capítulos de nuestra vida personal pierden toda la
energía y declinan definitivamente, este es el momento de hacer nacer cosas
nuevas, de reinventarte!!!
El momento del cambio
incorpora nuevas ideas, nuevos proyectos, diversifica productos, potencia lo
mejor de la empresa, descubre nuevas opciones para la vida de pareja o para el
deporte, la música o el arte, genera nuevos caminos de crecimiento
espiritual. Y este nuevo nacimiento está
enriquecido con la experiencia del anterior, no es empezar de nuevo, es
reconstruir, recrear, innovar, transformar y potenciar la propia historia.
Reinventar tu vida se
hace a partir del don de la creatividad, una creatividad que, en esta época que
estamos viviendo nos pide generar propuestas que nos saquen de la rutina
estresante que llevamos, que nos una a lo esencial en nosotros mismos, que nos
lleve a encontrar los vínculos necesarios para ayudarnos como seres humanos a
crear una mejor realidad para todos, una creatividad que nos ayude a pasar de
una cultura de aferramiento a lo material a una cultura de amor y generosidad,
a una cultura donde cada uno cumpla un propósito elevado en beneficio del todo
social y del mundo entero.
Reinventar tu vida te
traerá felicidad si usas tu don de la creatividad desde el respeto, creando con
la energía de la comprensión y la valoración del otro y de su espacio, es una creatividad que crea desde la
amabilidad y la bondad y no desde la provocación violenta, por ello es una
creatividad que te trae felicidad.
Reinventar tu vida
desde la creatividad inclusiva que abraza y acoge con generosidad crea espíritu
de unión, genera novedad y aporta diferencia y con ello podemos mejorar nuestra
salud y nuestra vida y la salud y la
vida de nuestra familia, de nuestra ciudad, de nuestro país, de la humanidad y
del planeta!
¡Reinvéntate!, ¡van
mis mejores deseos por tu éxito en esta tarea! Un buen propósito para este nuevo año 2014 que recién está comenzando... un propósito que puedes cumplir.
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