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Autolimitaciones...


Para triunfar debemos esforzarnos por desprendernos de "esas autolimitaciones" que son un freno en nuestro Desarrollo Personal y Profesional 

Siempre habrá tres autolimitaciones principales  contra las que tendremos que luchar.

La autocomplacencia es la primera limitación... Y es peligrosa, fundamentalmente por su carácter acumulativo: cuando dejamos sin hacer una tarea de poca importancia, no parece que vaya a pasar nada grave. Y si dejamos sin atender algunos asuntos de poca monta al cabo del día, al final parece que la jornada no ha ido tan mal. Pero, si permitimos que se sucedan unos cuantos días, nos encontraremos con un año desastroso!

La acusación es la segunda autolimitación... En algún momento, o en algún lugar, todos hemos culpado a alguien por algo. Hemos tenido un largo entrenamiento en esta autolimitación desde el tiempo del jardín con árboles frutales donde el hombre dijo: "Ha sido la mujer; ella me ha tentado"... Y la mujer echó la culpa a la serpiente.

¿Por qué señalamos a los demás en lugar de mirar hacia nuestro interior y analizar nuestros defectos? El ego intenta defenderse de esa manera acusando a los factores exteriores, para así no tener que enfrentarnos a nuestras propias debilidades y fracasos.

Uno de los elementos favoritos es el costo elevado de casi todas las cosas. Nuestro real  problema no es el coste,  no es que cueste mucho; el problema es que no nos podemos permitir comprar... el coche... el TV nuevo de plasma... etc.
Nunca debemos echarle la culpa a "algo",  si continuamos eludiendo nuestra responsabilidad y culpando a "algo", estaremos en la ruina y desilusionados. ¡Nunca ganaremos lo bastante! Pero si empezamos a enfocar la responsabilidad en términos de "yo" en lugar de hacerlo siempre hacia "algo", pronto experimentaremos una mejora en nuestro desarrollo personal y profesional y también en nuestros ingresos.

Las excusas son la tercera limitación... que nos imponemos a nosotros mismos, y es un pariente muy cercano de la acusación. ¿Pueden adivinar cuántos tipos de excusas hay en el mundo? ¡Millones! Y la gente crea otro millón más en el transcurso de su vida. De hecho, la gente es capaz de realizar grandes esfuerzos con el fin de evitar encararse con la verdad, porque la verdad nos dice que los responsables somos nosotros. Yo creo que mucha gente prefiere tener un millón de excusas, a tener un millón en dinero . (No es posible tener  las dos cosas a la vez.)

Ahora una Gran  pregunta que debemos contestarnos:

¿Qué vamos a hacer, empezando desde hoy, para mejorar?

 Realmente todo se reduce a esto:  Si no nos desprendemos de algunas de nuestras limitaciones nunca haremos algo. Podrá cambiar a mejor cualquier cosa cuando hayamos cambiado a mejor nosotros mismos.
Porque no somos  ni una planta, ni un animal, que sólo pueden actuar según les dicta el instinto, nosotros somos seres  humanos,  extraordinarios e inteligentes... ¿Qué más necesitaremos? El entusiasmo por sí sólo no sirve de gran ayuda. Lo siento. Después de haber danzado, saltado y gritado de entusiasmo quedan todavía muchas cosas por hacer. Y a no ser que las haga, las cosas no cambiarán. Un hombre puede sentir una gran ilusión por poder levantar cien kilos de peso hasta que lo intenta en el gimnasio. Entonces necesita otro tipo de ilusión, una ilusión a largo plazo que le llevará a entrenarse hasta conseguir levantar los cien kilos. A este tipo de ilusión, debemos  denominarla... disciplina.

Francamente creo que  la disciplina es el único medio para conseguir el triunfo. Es el único vehículo para progresar realmente. Si hay algo por lo que merece la pena apasionarse, es por la disciplina. Apasiónese por su capacidad para realizar las cosas necesarias que le permitan crecer y progresar. Ésta es la verdadera ilusión y el verdadero apasionamiento.
¿Cómo Cambiar?
Las costumbres empiezan a cambiar cuando nuestro concepto de la vida cambia. 

Hay muchas personas que tienen poca fe en su propia capacidad. Muchas veces se preguntan: ¿De qué soy capaz yo? ¿Qué puedo hacer para cambiar el desarrollo de mi vida?

En primer lugar, ser concientes que todos podemos realizar los hechos más destacables, aunque nos zarandeen los vientos más huracanados de la vida. Las personas somos capaces de realizar cosas casi imposibles cuando nos vemos precisados o impelidos a ello: una madre levantará un coche de dos toneladas de peso si es preciso, para salvar a su hijo; un hombre sobrevive al hambre y la enfermedad de un campo de concentración, porque sueña con ver de nuevo a su familia; los emigrantes inician su nueva vida lavando platos y al cabo de unos pocos años, a base de penurias y ahorro, instalan su propio negocio dando trabajo a varios nativos. ¡Hechos destacables!
Los seres humanos podemos realizar acciones extraordinarias porque nosotros somos extraordinarios. No somos ni peces, ni pájaros, ni perros. Nosotros podemos transformar la nada en algo, una suma de dinero en una fortuna, el desastre en triunfo. Un perro, por el contrario, empieza royendo huesos. ¿El motivo? Simplemente, que es un perro. No tiene capacidad de crear.
De manera que aceptemos  el hecho de que somos seres extraordinarios... aprovechemos esta particularidad tan maravillosa. Cada uno busque  en su interior y saque al exterior todas sus extraordinarias facultades humanas. Las tiene allí, sólo esperan a ser descubiertas y utilizadas.
Una vez consigamos despertar todas esas facultades, seremos capáces de modificar todo lo que necesite modificarse.

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