Para cerrar un ciclo, y abrir otro completamente nuevo y
diferente, ya sea terminar con una situación, irnos de una relación o movernos
a otro lugar, no podemos dejar ningún hilo suelto: tenemos que salvar nuestra
responsabilidad, cumpliendo con todos y cada uno de los compromisos que
tengamos pendientes. Inclusive estar dispuestos a perdonar, si fuese necesario,
a cambiar algunos de los hábitos y de las actitudes negativas que nos
acompañaron durante esta etapa de la vida, por otros, positivos, que renueven y
suavicen nuestra forma de vivir y que realmente nos impulsen a abrir un nuevo
ciclo.
No podemos abandonarlo todo y pretender que las cosas se
mantendrán o se arreglarán por sí solas, o que no tendremos que volver a
enfrentarlas en algún momento porque ya nos fuimos o, simplemente, así lo
decidimos… Los ciclos hay que cerrarlos con conciencia, voluntad y madurez para
que podamos dejarlos en el pasado y los efectos que otros produzcan no nos
alcancen y sigan afectándonos.
Para cerrar un ciclo tenemos que estar dispuestos a soltar,
a renunciar y a cambiar para comenzar de nuevo, porque si no lo estamos, la
relación, el apego y el amarre pendiente que mantenemos con ese pasado nos
alcanzará en algún momento para que tengamos que afrontarlo, resolverlo y darlo
por terminado.
De todas las situaciones que vivimos siempre tenemos algo
que aprender, especialmente si fueron difíciles o repetitivas en nuestra vida;
lo más importante es que tengamos la claridad que nos permita reconocer y
asumir el precio que tendremos que pagar para cerrarlas definitivamente,
pensando en la liberación y la que experimentaremos después de hacerlo.
Recuerda que no importa que tan difíciles o inesperadas sean
las situaciones que se te presenten, siempre contarás con la ayuda y la guía
divina para afrontarlas y manejarlas; pero serás tú quien tenga que asumir el
control y la responsabilidad de la situación, pues sólo a través de la
voluntad, el valor, la determinación y la perseverancia, podrás resolverlas y
superarlas para experimentar la plenitud que da poner nuestros asuntos en orden
y en paz.
CLAVES PARA CERRAR UN CICLO
1 ACEPTA LO QUE NO PUEDES CAMBIAR
El pasado ya no importa, pues ya ocurrió. Suelta los
recuerdos negativos, vive tu duelo, perdona y libérate del peso emocional que
sientes. Aprende a ver los inconvenientes como oportunidades y procura darle
una respuesta creativa y oportuna a cada situación.
2 AFRONTA LA SITUACION CON VALOR
No metas tu cabeza dentro de la arena como el avestruz. Si
dejaste un asunto pendiente, enfréntalo y resuélvelo lo más pronto que puedas,
busca el momento y la manera apropiada de hacerlo. Los temas pendientes son
como los intereses de un préstamo, suben y se acumulan mientras no se paguen,
el hecho de ignorarlos sólo agrava las cosas.
3 NO PIENSES TANTO
Vamos, no pienses tanto las cosas... planifícalo bien,
revísalo una vez más y actúa. Recuerda que mientras más vueltas le das en la
cabeza a una idea o a una situación, más difícil se hace de resolver. Además,
en algún momento el temor te hará sentir paralizado y te será difícil tomar la
decisión correcta.
4 SÉ HONESTO Y FIRME
No participes en chismes o acciones dirigidas a enredar o a
evadir la solución de una situación. Hazlo con decisión, franqueza y fuerza
para resolver el asunto pendiente.
5 CONSERVA LA CALMA
Aprende a canalizar el estrés, la tensión o la preocupación,
no permitas que se conviertan en malhumor, porque muy fácilmente te volverás
irritable o violento. Tampoco te dejes llevar por la reacción o las emociones,
mantén una actitud serena y con voz suave y argumentos firmes afronta la
situación."Ponte en el lugar de la contraparte y procura mantener en todo
momento una actitud pacífica y tolerante"
6 SÉ CONSIDERADO
Aprende a canalizar el estrés, la tensión o la preocupación,
no permitas que se conviertan en malhumor, porque muy fácilmente te volverás
irritable o violento. Tampoco te dejes llevar por la reacción o las emociones,
mantén una actitud serena y con voz suave y argumentos firmes afronta la
situación.
7 VUÉLVETE UN ELEMENTO CONCILIADOR
Procura facilitar con tus comentarios y actitud la buena
comunicación, el entendimiento y el acuerdo entre las partes en conflictos.
Mantente siempre atento a encontrar las semejanzas y los puntos en común para
trabajar en todo momento por los acuerdos.
8 PERDONA A LOS SUPUESTOS CULPABLES
Mientras guardes el recuerdo de lo que te hicieron te
mantienes preso del pasado y afectado por ese suceso. Cierra los ojos, recuerda
la imagen de la persona, háblale mentalmente sobre tu malestar… Al final dile
que le perdonas e imagina que sonríe.
9 NO TE DEJES AFECTAR POR LOS DEMÁS
Muchas veces la actitud y el comportamiento de los otros nos
afecta, hasta el punto en que trastornan nuestra manera de actuar, confunden
nuestros objetivos y perturban la claridad que necesitamos conservar para
resolver la situación de la mejor manera. Evita reaccionar y tómate unos
segundos para pensar antes de actuar.
10 BAJA EL NIVEL DE EXPECTATIVA
Deja de pensar en la dificultad que enfrentarás, en lo que
dirán o en lo que harán los demás... suponer lo que va a suceder hará que te
llenes de ansiedad y que lo veas más difícil.
Escrito por Maytte Sepulveda
mindstarmx.blogspot.com
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